El Departamento de Comercio de Estados Unidos (EEUU) ratificó que aplicará aranceles de hasta 72% en las importaciones de biodiésel desde la Argentina, por lo que el Gobierno Argentino denunciaría esta medida ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para no perder un negocio de 1.200 millones de dólares por año.
En agosto el Departamento había fijado aranceles preliminares para compensar los subsidios de un 50,29 por ciento a un 64,17% para el biodiésel de Argentina. "Apreciamos que se esté trabajando sobre estos subsidios injustos, así debemos resolver este obstáculo particular para el crecimiento sostenido de la industria doméstica", afirmó el jefe de operaciones de la NBB, Doug Whitehead, en un comunicado.
El secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross, dijo que para destrabar la exportación de biodiésel la Argentina debía hacer lo que hicieron los kirchneristas: imponer retenciones a las exportaciones de biodiésel del 15%.
"No puede ser que se metan en nuestro sistema de impuestos", se quejaron en la delegación argentina. La idea era bajarle el tono al conflicto, en un tema "que genera muy pocos puestos de trabajo", confió un alto funcionario.
Los aranceles para el combustible argentino en base a aceite de soja se ubicarán en un rango de entre 71,45% y un 72,28%, dijo en un comunicado el grupo que representa a la industria de biocombustibles. "El Departamento de Comercio determinó que la Argentina está otorgando subsidios injustos a sus productores de biodiésel", confirmó la oficina oficial del Gobierno de los Estados Unidos, a cargo de Wilbur Ross.
El 90% de las exportaciones de biodiésel argentino tenía como destino el mercado estadounidense en operaciones por 1.200 millones de dólares anuales. La decisión se conoció dos días después de que el presidente Mauricio Macri precisó en Nueva York que era optimista de que se podría alcanzar un acuerdo con el sector privado estadounidense para desactivar las trabas comerciales.
En tanto la Embajada de Estados Unidos en la Argentina emitió su opinión, a través de una serie de tuits a nombre de Tom Cooney, el encargado de negocios. "La expansión del comercio y la inversión entre los Estados Unidos y la Argentina continuará pese a la cuestión del biodiésel. Estados Unidos sigue siendo uno de los mercados de exportación más importantes para Argentina", determinó.
En un comunicado, difundido a través de Cancillería, el Gobierno destacó que "la Argentina no subsidia en forma alguna la producción o exportación de biodiésel. Los derechos de exportación aplicados al poroto de soja no constituyen de ninguna manera un subsidio en términos de las normas de comercio internacional".
"Queda ahora abierta la fase de la investigación donde la industria estadounidense deberá probar ante la Comisión de Comercio Internacional que las importaciones argentinas le causaron daño o amenazan con provocarlo. En este sentido, cabe hacer notar que todos los indicadores de dicha industria son positivos y, lejos de demostrar perjuicio alguno causado por las importaciones argentinas, evidencian una actividad muy rentable", agrega el comunicado.