Opinión

La profecía

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Félix Grandet

Una de las principales consecuencias de la caída del precio del crudo es la salida de operación de equipos de exploración en los últimos años. Si a esto se le suman la posibilidad de acuerdos para recortar la producción por parte de los miembros de la OPEP y los prolongados plazos para poner en producción nuevos campos y como condimento adicional de sumar algún conflicto internacional, podríamos estar frente a una escenario ideal para una brutal disparada del precio del crudo.

Los descubrimientos de nuevas reservas de petróleo han caído a su nivel más bajo en más de 60 años, lo que indica que se cierne una potencial aumento del crudo en la próxima década.

Las compañías de exploración de petróleo descubrieron 2,8 mil millones de barriles de crudo y líquidos asociados durante el 2015, según la consultora IHS. Éste es el volumen anual más bajo que se registra desde 1954, lo cual refleja una desaceleración en la actividad de exploración en momentos en que las presionadas compañías petroleras intentan ahorrar efectivo.

La mayor parte de las nuevas reservas se descubrieron en alta mar en aguas profundas, donde toma en promedio siete años poner a producir los campos petrolíferos, por lo que la tasa decreciente del éxito exploratorio sugiere que habrá una reducción del suministro a partir de la mitad de la década de 2020.

Por su parte, las importaciones de EE.UU. alcanzaron una una media de 7 millones de barriles al día, un aumento de 109.000 barriles respecto a la semana precedente.

La media de las últimas cuatro semanas en las importaciones de crudo subió hasta los 7,4 millones de barriles diarios, un 2,1 % por encima del nivel de hace un año.

Las refinerías operaron a un 85,6 % de su capacidad instalada, por encima del 85 % de la semana anterior.

Las reservas totales de petróleo, incluida las de la Reserva Estratégica, que permaneció estable en 695,1 millones de barriles, cayeron en un 0,4 % a los 2.026,7 millones de barriles.

Si se reduce la exploración y la OPEP decidiese recortes a la producción y si por acaso algún conflicto pusiese en riesgo parte de las operaciones en Oriente medio, el precio podría dispararse hasta límites insospechados.

La tasa decreciente de descubrimientos no significa que el mundo se está quedando sin petróleo; en los últimos años la mayor parte del aumento de la producción mundial ha provenido de los campos existentes, no de los nuevos descubrimientos, según ña `restogiosa consultora Wood Mackenzie.

Además, en los descubrimientos recientes predomina el gas sobre el petróleo. Según esta consultora, si la tasa de descubrimientos de petróleo no mejora, provocará un déficit en el suministro global de unos 4,5 millones de barriles por día para 2035.

Eso podría significar precios más altos del petróleo, y aumentar la dependencia mundial de los campos petrolíferos en tierra, donde ya se conoce la base de recursos, como el esquisto estadounidense.

Paal Kibsgaard, director ejecutivo de Schlumberger, la mayor compañía de servicios petroleros del mundo, dijo a los analistas el mes pasado que “Los recortes en las inversiones en exploración y producción son tan serios que únicamente pueden traer como consecuencia la disminución de la producción y el consiguiente aumento del precio del petróleo”.

La caída de los precios del petróleo y el gas que se viene registrando desde 2014 ha obligado a recortar gastos en toda la industria. La exploración ha sido especialmente vulnerable porque no ofrece resultados a corto plazo.

ConocoPhillips ha renunciado por el momento a la exploración mar adentro, y Chevron y otras compañías están recortando gastos de forma drástica. Hecho del que la industria local ha tomado nota pese al precio sostén que mantiene el gobierno de Mauricio Macri.

El gasto de la industria de exploración y evaluación de nuevas reservas se reducirá de los 95 mil millones de dólares en 2014 a 41 mil millones este año, y probablemente se reduzca nuevamente el próximo año, según Wood Mackenzie.

A pesar del declive de la actividad, el volumen total combinado de gas y petróleo descubierto el año pasado aumentó ligeramente, pero la proporción de petróleo se redujo de alrededor del 35 por ciento en 2014 a aproximadamente el 23 por ciento en 2015.

Los dos mayores descubrimientos del 2015, el campo Zohr del grupo italiano Eni en la costa de Egipto y el Greater Tortue de Kosmos Energy de Estados Unidos frente a Mauritania y Senegal, contienen gas.

Claudio Descalzi, presidente ejecutivo de Eni, en marzo describió la exploración como la “base de nuestro crecimiento”, pero la compañía no es lo común entre los grandes grupos internacionales del petróleo.

En la etapa 2008-2015, los descubrimientos de petróleo y gas de Eni, sobre todo de gas, fueron de 2,4 veces su producción, en comparación con el promedio de sólo 0,3 veces para otras grandes compañías petroleras europeas y estadounidenses.

Algunos en la industria plantean que hay muchos grandes nuevos campos petrolíferos por descubrir.

Jonathan Faiman, presidente de Neos, que analiza los datos geológicos para compañías petroleras y gobiernos, dijo que la disminución de los presupuestos de exploración creó “enormes oportunidades” para aquellos que tuvieron el valor suficiente para invertir durante la recesión en el ciclo. Y agregó: “Estamos seguros de que aún no se han identificado los grandes campos terrestres con bajos costos de extracción”.


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