En un insólito giro el Gobierno trabaja en un proyecto de retenciones para el biodiésel.
La medida fue solicitada por los EE.UU. Como intercambio para el levantamiento de las sanciones impuestas por “subsidios” al combustible argentino.
Desde Energía anuncian que el preidente Mauricio Macri espera el borrador de decreto que impondría retenciones a las exportaciones y que el guarismo rondaría el 15%, aunque desde el país del norte reclaman que la alícuota ascienda a 27%.
Fuente vinculadas al sector, aseguran que "la negociación viene bastante complicada". En especial por la posición del organismo a cargo de las negociaciones, la National Biodiesel Board (NBB), que es la entidad de productores del biocombustible en EE.UU. La misma que pidió el bloqueo contra la Argentina.
Por la Argentina, además de los funcionarios oficiales, también está negociando "in situ", Luis Zubizarrieta, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO)
Si se aplica la medida -muy criticada por todos los sectores- la producción local perdería la ventaja competitiva por retención de la oleaginosa que actualmente es de 25%.
Lo que falta aún es justificar la medida porque las exportaciones argentinas de biodiesel alcanzan a los US$ 2.000 millones, y más de la mitad se exportan a EE.UU. Además el sector viene realizando fuertes inversiones en materia tecnológica
Por su parte los productores afirman que cualquier retención que supere el 5% hace inviable el negocio. "Si se aplica un arancel del 15%, técnicamente no se va a poder exportar casi nada a Europa (un mercado recuperado recientemente) y también va a ser difícil exportar a Estados Unidos", señaló una fuente del sector.
El intercambio se complicó en los últimos meses. Al 4,5% de derecho de importación sobre el precio del biodiesel, que cobra Estados Unidos, en agosto pasado se agregó un arancel promedio del 57% contra el producto argentino por el supuesto uso de subsidios vía las retenciones. Después, además, el país del Norte impuso aranceles antidumping que van desde el 54 al 70 %. Con lo cual, el biodiésel argentino, que en 2016 había representado ventas de 1,5 millones de toneladas por US$1240 millones, quedó afuera de ese mercado.
Para solucionar ese tema la Argentina envió a Washington una misión para negociar un atenuante. En especial, porque el gobierno norteamericano quiere unificar el arancel que pagan tres subproductos: el aceite (27%), la harina y el poroto de soja, que paga el 30%.
Barreras
El biodiésel, con nuevas y altas barreras paraarancelarias en EE.UU. que aduce “prácticas injustas de intercambio” El ex ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, había asegurado que el Gobierno busca “acercar a los sectores privados de Argentina y Estados Unidos” para avanzar en las negociaciones que destraben la medida antidumping aplicada por ese país al ingreso de biodiesel argentino, formalizada por la Administración Trump con un gravamen de 54% a 70%.
“Queremos acercar a los sectores privados de ambos países y ese es parte del trabajo que hay que hacer, pero sabíamos sobre la medida reciente: fue oficializar una determinación que ya había tomado la Secretaría de Comercio de Estados Unidos”, había dicho Buryaile.
El ex ministro agregó que “hubo una comunicación telefónica con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross de la que participaron el presidente Mauricio Macri y los secretarios de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, y de Asuntos Estratégicos de la Jefatura de Gabinete, Fulvio Pompeo”, además del titular de Agroindustria.El anuncio “plasmó por escrito los aranceles, que, por supuesto, no compartimos y por eso vamos a seguir trabajando con Europa”, dijo.
“El planteo es del sector productor de biodiélsel de Estados Unidos a las autoridades, que decidieron a partir de estudios que no compartimos; habrá que analizar cuáles son los pasos a seguir”, explicó.
El comunicado oficial, en inglés, indicó que “el secretario de Comercio estadounidense anuncia la determinación preliminar en las investigaciones por dumping de biodiesel procedente de Argentina e Indonesia, que encontró que esos exportadores vendieron ese producto en Estados Unidos con un margen de dumping de 54,36% a 70,05%” en el caso argentino y 50,71% para el archipiélago.
“El Departamento instruirá a las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos a cobrar los depósitos en efectivo de importadores de biodiesel de Argentina e Indonesia en virtud de estos aranceles preliminares”, informó la dependencia estadounidense. El Gobierno de Estados Unidos agregó que “el secretario Ross también anunció que las autoridades argentinas solicitaron realizar negociaciones para suspender la determinación y la investigación sobre medidas compensatorias de las importaciones de biodiesel; el Departamento trabaja con las partes interesadas en una posible suspensión del acuerdo”.
“Comercio firmaría ese entendimiento sólo si asegura que el daño a la industria de biodiesel estadounidense es eliminado y que las prácticas injustas de intercambio sean consideradas”, indicó sobre ese punto.
Ross mencionó, citado en el comunicado, que “la Administración Trump esta comprometida tanto con el comercio libre como con el intercambio justo y defenderá a los trabajadores estadounidenses contra prácticas comerciales injustas”.
“Aun así, estamos agradecidos al Gobierno de Argentina por su aproximación productiva para resolver este tema y nos manetenemos optimistas en que una solución negociada pueda ser alcanzada tanto con Argentina como con Indonesia”, concluyó.
Recurso ante la OMC
Ante el actual panorama del mercado norteamericano, la Cancillería analiza recurrir a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en caso de el gobierno de Estados Unidos mantenga los derechos compensatorios de entre 54,36 y 70,05 por ciento a las importaciones de biodiésel argentino, impuestos por presunto dumping, que el gobierno considera violatorios de la normativa internacional, aunque aseguró que busca resolver el diferendo por la vía del diálogo directo con Washington.
"El Gobierno argentino continuará defendiendo los intereses de sus exportadores en el marco de las investigaciones por presunto dumping al biodiésel argentino y considerará recurrir al sistema de solución de diferencias de la OMC si las determinaciones efectuadas por el Departamento de Comercio estadounidense no respetan la normativa multilateral de comercio", indicaron a Télam hoy fuentes de Cancillería.
Sin embargo, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores aclararon que "siguen abiertas las tratativas bilaterales entre ambos gobiernos y los respectivos sectores privados involucrados para lograr un acuerdo que suspenda ambas investigaciones, antidumping y sobre alegadas subvenciones".
“Queremos acercar a los sectores privados de ambos países y ese es parte del trabajo que hay que hacer, pero sabíamos sobre la medida de ayer: fue oficializar una determinación que ya había tomado la Secretaría de Comercio de Estados Unidos”, expresó hoy el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile. El ministro agregó en declaraciones radiales que “el jueves pasado hubo una comunicación telefónica con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross de la que participaron el presidente Mauricio Macri y los secretarios de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, y de Asuntos Estratégicos de la Jefatura de Gabinete, Fulvio Pompeo”, además del titular de Agroindustria.
El anuncio de ayer sólo "plasmó por escrito los aranceles, que, por supuesto, no compartimos y por eso vamos a seguir trabajando", dijo.
"El planteo es del sector productor de biodiésel de Estados Unidos a las autoridades, que decidieron a partir de estudios que no compartimos; habrá que analizar cuáles son los pasos a seguir", explicó.
Los derechos compensatorio fueron impuestos por la administración de Donald Trump ante una denuncia de la National Biodiesel Board (NBB), cámara que nuclea a productores estadounidenses del sector, que acusa a la industria argentina de recibir subsidios por parte del Estado e incurrir en prácticas de dumping, y con la medida anunciada ayer, Washington aumentó por segunda vez estos aranceles.
Sin fundamentos
La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) rechazó este nuevo aumento, al cual calificó de “injustificado y sin fundamentos”.
"La industria (de biodiésel) de Estados Unidos está teniendo ganancias extraordinarias gracias a estas medidas, ya que ahora monopoliza el mercado; pero nuestro biodiésel es el más competitivo del mundo, sin subsidios ni prácticas distorsivas. Lamentamos que la medida genere el encarecimiento del diésel en Estados Unidos, dado que sus transportistas pagarán más caro por el biodiésel al eliminarse la competencia", afirmó el presidente de Carbio, Luis Zubizarreta.
El empresario agregó que “la decisión es desmesurada, carente de racionalidad y fundamentos”.