El CEO de Royal Dutch Shell, Ben Van Beurden, ratificó al gobierno argentino y al gobernador de Neuquén, la decisión de la compañía de encarar la fase de desarrollo en materia de producción de hidrocarburos no convencionales en los bloques Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste (CASO), ubicados en la formación geológica Vaca Muerta, tal como se había anunciado en diciembre del año pasado.
La decisión empresaria ratificada no incluyó una precisión acerca del monto de inversión comprometido en las operaciones que se ejecutarán en los próximos cinco años, pero al respecto el gobernador Omar Gutierrez, refirió que serán 3.000 millones de dólares.
En este orden, desde Shell se indicó que la empresa tiene previsto invertir entre 2.000 y 3.000 millones de dólares anuales en el desarrollo de yacimientos no convencionales de crudo y gas que opera en los Estados Unidos, Canadá, y también en la Argentina.
Van Beurden se reunió con el presidente Mauricio Macri en Casa de Gobierno, y con el gobernador del Neuquén, Omar Gutiérrez, en la Casa de esa provincia en Buenos Aires, y ante ellos ratificó la decisión de pasar a desarrollo tres bloques antes mencionados.
Shell también opera el yacimiento Bajada de Añelo, que todavía está en la etapa piloto “pero con buenas perspectivas” por lo cual es posible que pase a desarrollo hacia fin de año.
Los socios de Shell en estos bloques son GyP (estatal neuquina) con 10 % en Cruz de Lorena, CASO y Sierras Blancas; Vista Oil con 10 % en CASO, e YPF con 50 % en Bajada de Añelo.
Asimismo, Shell tiene participación en otros dos bloques, pero en ellos no es la operadora: Rincón La Ceniza y La Escalonada, con 45 % en cada uno, ambos operados por Total.
En la actualidad, la compañía produce en los bloques que opera unos 5.000 barriles de petróleo equivalente diarios (bped) con limitaciones dadas por la capacidad de evacuación del oleoducto existente.
Los planes son pasar a más de 40.000 barriles para 2021 y más de 70.000 bped en 2025, sujeto a condiciones económicas y resultados de las operaciones.
Después de su encuentro con el gobernador Gutiérrez, Beurden sostuvo que el capital que invertirá Shell es "muy significativo", y que traerán sus conocimientos y técnicas empleados en Europa, Canadá y Estados Unidos para lograr más eficiencia productiva.
En momentos en donde la macroeconomía de la Argentina está en crisis y algunos analistas lo adjudican al "riesgo político" propio del año electoral, Beurden sostuvo que su atención está puesta más en "los fundamentos del proyecto", que son "muy sólidos". Pesa más la geología que lo que pasa arriba de la tierra, porque, según dijo, en todos lados hay riesgos técnicos, sociales y políticos.
Así las cosas, Shell tiene decisión de seguir adelante con sus planes y de hecho a mediados de año llega su segundo equipo de perforación para operar en Vaca Muerta, mientras dará comienzo a la construcción de una segunda central de producción (Central Processing Facility - CPF) con una capacidad de tratamiento de 30.000 barriles que se suman a los 12.000 bped de capacidad instalada de la primera planta de producción temprana (Early Production Facility - EPF) que puso en funcionamiento en diciembre de 2016.