Los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta son ya una realidad en marcha. Su explotación (no convencional) comenzó en el 2013 con la firma de un acuerdo entre YPF y Chevron.
El año que viene Vaca Muerta recibiría –en conjunto- una inversión calculada en 7.000 millones de dólares. Quince nuevos equipos de perforación se incorporarán allí a la actividad petrolera. Esto supone la creación de unos 3.000 nuevos puestos de trabajo.
La provincia de Neuquén genera prácticamente la mitad de la producción de gas natural del país. De esa mitad, el 61% proviene hoy de Vaca Muerta. En gran medida Vaca Muerta ha contribuido a que la producción argentina de gas natural del mes de agosto pasado haya sido la más alta desde el 2010.
Las pocas cifras antes nombradas muestran, con absoluta claridad, que Vaca Muerta es una importante opción estratégica para el desarrollo de nuestro país.
Es tiempo entonces de recordar una curiosidad histórica, que tiene que ver con el descubrimiento de Vaca Muerta. La primera identificación concreta de la potencialidad del yacimiento en materia de hidrocarburos se hizo en un trabajo exploratorio liderado por Charles Edwin Weaver, un geólogo contratado por Chevron que exploró en nuestro país, en Mendoza y Neuquén, desde 1919 a 1926.
En su informe, el mencionado geólogo incluyó una serie de descubrimientos de animales prehistóricos encontrados en su área de labor.
Eran otros tiempos, pero ya había empresas petroleras extranjeras trabajando en la Argentina. No sólo Chevron, también Shell y la predecesora de British Petroleum que en aquel entonces se denominaba Anglo-Persian. Seguramente muy pocos imaginaron en aquellos años que la empresa responsable de los trabajos exploratorios antes mencionados iba a transformarse, con el paso del tiempo y en asociación con YPF, en uno de los actores principales del desarrollo de Vaca Muerta.
Toda una perla que confirma aquello de que nunca se debe dar la espalda a la experiencia, ni a la tecnología. Menos aún en un país como el nuestro en el que, en el 2017, las importaciones de hidrocarburos continuaron en aumento.
De hecho, esas importaciones crecieron un 26% desde el comienzo de la gestión presidencial en curso, la de Mauricio Macri. De allí la enorme importancia que cabe atribuir al rápido y eficiente desarrollo de Vaca Muerta, ya transformada en una realidad en marcha.
(*) Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas