Argentina es uno de los países de mayor difusión en el uso de biocombustibles líquidos. Luego de Tailandia, es el segundo país de mayor utilización de biodiesel y cuenta con uno de los mayores cortes de bioetanol de tecnología no flex. Las motonaftas cuentan con un 12% de bioetanol, producido a través de procesos de fermentación de maíz y de caña de azúcar.
Por Agustín Torroba (*)
Por su parte, el gasoil de uso automotor está compuesto por un 10% de biodiesel, producido por una transesterificación de aceite de soja y metanol.
El Ministerio de Energía y Minería (MINEM) ha creado la Dirección de Biocombustibles con la visión de ampliar la participación de los combustibles de origen biológicos en la matriz de combustibles líquidos. Dicha visión comenzó a materializarse en el mes de abril de 2016, cuando la utilización mandatoria de bioetanol en motonaftas aumentó del 10% al 12%.
Actualmente el MINEM desarrolla la política de biocombustibles líquidos en base a seis pilares: la ampliación de la participación de los biocombustibles, la promoción de la eficiencia en el sector, la calidad de los productos, la seguridad en los procesos, el control sobre las petroleras para asegurar el cumplimiento del mandato de corte y la publicidad de las estadísticas del sector.
En cuanto a la ampliación de la participación de los biocombustibles, se está estudiando, en coordinación con otros Ministerios -Agroindustria, Producción, Ambiente y Transporte-, el aumento de la participación del bioetanol y del biodiesel en aquellos rubros donde sea tecnológicamente posible y económica viable.
En segundo lugar, se está buscando introducir factores que promuevan la eficiencia en un mercado regulado, tanto en precios como en cantidades. Ello siempre considerando el marco legal vigente y la capacidad de la industria existente de aggiornarse a situaciones nuevas.
Es insoslayable para la Autoridad de Aplicación le necesidad de que esta industria cumpla los parámetros y especificaciones de calidad requeridos para evitar posibles impactos negativos en los consumidores. Al respecto, se ha puesto en marcha un programa nacional de control de calidad, en coordinación con el INTI, con el objetivo de asegurar los estándares de calidad de los biocombustibles.
Cabe destacar que es la primera vez en diez años que la Autoridad de Aplicación está realizando controles en este sentido.
Resulta también un pilar fundamental la promoción de los mejores estándares y prácticas de seguridad en los procesos productivos y de almacenamiento para preservar la seguridad. Al respecto, las empresas del sector tienen la obligación de ser auditadas anualmente por universidades públicas y entes especializados para garantizar que cumplan con la normativa de seguridad.
Adicionalmente, se realizan periódicamente inspecciones por parte del MINEM a las plantas de producción y almacenamiento y un proceso de mejora continua sobre las auditorías independientes. Asimismo, el control del cumplimiento del mandato de corte se está llevando a cabo a partir de un convenio conjunto con el INTI para analizar si los combustibles contienen la cantidad de biocombustibles que el mandato exige. Este hecho novedoso en el sector ha llevado a la Autoridad de Aplicación a aplicar sanciones a las empresas incumplidoras.
En línea con el derecho a la información, el MINEM ha abierto series estadísticas relevantes del sector y planea ampliar el camino recorrido, considerando que la publicidad de la información, en un segmento regulado, contribuye a la transparencia del mismo.
Sustentado en los pilares descriptos anteriormente y en la buena performance de las exportaciones de biodiesel –con una buena participación en el mercado externo de Estados Unidos- el país ha logrado incrementar un 10% la producción de bioetanol, un 55% la producción de biodiesel y un 110% sus exportaciones.
Producción de biodiesel y bioetanol (en m3)
La construcción continua de la política nacional de biocombustibles sobre los ejes descriptos anteriormente busca contribuir al bienestar general, administrando los intereses de productores de biocombustibles, refinadores, petroleros, consumidores y el fisco.
(*) Lic. Agustín Torroba
Dirección de Biocombustibles
Ministerio de Energía y Minería