A pesar de los recortes acordados en las últimas reuniones para bajar el barril, el precio no despega, aunque la Opep confía en que el aumento de demanda sumada a los recortes de 1,8 millones barriles diarios que intentan lograr, consigan drenar el exceso de crudo del mercado y con ello una mejora en el precio del negro barril. Sin embargo, desde que entraran en vigor los recortes de producción, el Cartel no ha conseguido que los precios se mantengan por encima de los 50 dólares.
Los recortes fueron compensados por el aumento de producción de EE.UU. y el aumento de excedente en Libia y Nigeria. Aunque no se tiene en cuenta la caída de la producción venezolana y la de otros consumidores menores.
La reunión
A fines del mes pasado se reunió en San Petersburgo el Comité Conjunto de Supervisión Ministerial (JMMC) de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) para celebrar su cuarta reunión y revisar el informe emitido en junio de 2017 por el Cartel. Luego de revisar la evolución del mercado y los resultados de los primeros seis meses de acuerdo con la decisión de la Conferencia Ministerial de 171º de la OPEP y los respectivos ajustes voluntarios en línea con la “Declaración de Cooperación” se informó que el mercado del petróleo está marchando hacia un significativo reequilibrio. Estas perspectivas han impulsado al Comité a recomendar una nueva prórroga de los recortes después de abril de 2018 si las circunstancias lo exigen. “Una de las decisiones que hemos tomado hoy es recomendar la prórroga del acuerdo para después del primer trimestre de 2018, si es necesario equilibrar el mercado”, dijo el ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak, al término de la reunión.
Según portavoces de la Opep, un continuo fortalecimiento de la recuperación mundial está en marcha y esto constituye un factor determinante en la estabilidad del mercado del petróleo.
La volatilidad del mercado ha sido menor en las últimas semanas y visiblemente los flujos de inversión han empezado a mejorar en la industria.
Pese a que el acuerdo ya ha logrado reducir la oferta en más de 350 millones de barriles, según afirmó Nóvak, el precio del crudo sólo ha logrado estabilizarse en torno a los 50 dólares por barril e incluso se ha instalado en una tendencia a la baja en los últimos meses.
Por su parte el ministro de Energía de Arabia Saudí, Jalid al Falih, confirmó que su país está dispuesto a ampliar la duración del acuerdo, vigente hasta finales de marzo de 2018, después de reconocer que hay cierta incertidumbre en los mercados que alienta la tendencia bajista del precio del crudo. Para Arabia Saudita, entre las causas objetivas de esta tendencia están el alza de la producción en Nigeria y Libia (dos miembros de la OPEP excluidos del documento), el incremento de la producción de shale oil en Estados Unidos, y también el incumplimiento de algunos países incluidos en el Acuerdo OPEP y resto de países productores.
Este último aspecto fue un asunto central en la reunión del comité de supervisión, que exigió a quienes saltan la tranquera, que ratifiquen su adherencia al acuerdo y que cumplan a rajatabla con sus compromisos.
“Varios países están rezagados y hemos hablado con sus ministros. Han prometido revertir la situación y garantizar el pleno cumplimiento” de sus cuotas de recorte de producción, declaró Al Falih.
El político saudita advirtió que en caso contrario “hablará con los líderes de esos países”, porque no se debe dar “desayunos gratuitos” a nadie. Novak calculó que cuando todos los firmantes cumplan al 100 por ciento, “otros 200.000 barriles diarios” saldrán del mercado.
Africanos liberados
El comité también analizó la producción de Libia y Nigeria –liberados del compromiso de reducir la extracción de crudo– tras constatar que el pasado mes de junio aumentaron su producción el 17,5 y el 6 por ciento, respectivamente.
El secretario general de la OPEP, Mohamed Barkindo –casualmente nigeriano– anunció que su país está muy cerca de sumarse al acuerdo, ya que una vez que llegue a 1,8 millones de barriles diarios frenará la producción.
“Creo que estos países deben sumarse a otros productores responsables y hacer su aporte a la estabilización del mercado cuando alcancen niveles de producción estables”, dijo Nóvak.
Economía con mejoras
El informe que regularmente edita la Opep, muestra que el mercado petrolero en 2018 tendrá perspectivas de expansión que acompañarán el crecimiento de la economía mundial que podría ser de un 3,4% en 2018, guarismo similar al de 2017, lo que reflejaría una mejora sostenida.
Dada la recuperación progresiva que se está observando, se espera que los estados reduzcan los estímulos extraordinarios al sector hidrocarburífero de los últimos años, tanto en el aspecto fiscal como en el financiero.
El crecimiento del conjunto de los países de la OCDE se pronostica a un nivel ligeramente inferior, mientras que se prevé que las economías no pertenecientes a esa organización, obtendrán un mayor crecimiento. Se pronostica que la India mejorará con éxito su nivel de PIB debido a la aplicación de reformas económicas. Por su parte, Brasil y Rusia ampliarán aún más su recuperación en 2018. China verá un menor crecimiento que en 2017, aunque seguirá siendo la segunda tasa de crecimiento más alta de las principales economías emergentes, con un mayor aporte del consumo interno. La estabilidad en el mercado del petróleo seguirá siendo un determinante clave para el crecimiento económico mundial en el próximo año.
La evolución geopolítica y el ritmo de normalización de la política monetaria en las principales economías también requerirán un estrecho seguimiento.
Demanda mundial
El informe del Cartel indica que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2018 se estima en 1,26 millones de barriles diarios, ligeramente inferior al del año en curso y en línea con el crecimiento promedio observado en los últimos cinco años, con un total de 97,65 millones.
Los factores que traccionarán el consumo mundial de crudo para el 2018 serán el transporte carretero impulsado por las sostenidas ventas de vehículos en Estados Unidos, China e India; aumento de la capacidad de refino y expansiones en el sector petroquímico, particularmente en los Estados Unidos y nuevas capacidades de plantas de deshidrogenación de propano en China.
En el pronóstico las incertidumbres de la demanda provienen del mayor nivel de sustitución de otros combustibles, las ganancias de eficiencia, las reducciones de subsidios, la digitalización y otros avances tecnológicos.
Se espera que el consumo de la OCDE aumente alrededor de 190.000 mil barriles al día, mientras que la demanda fuera de la OCDE aumentaría alrededor de 1 millón de barriles diarios, con China e India como los principales contribuyentes del aumento. Se prevé que el suministro de petróleo no OPEP para 2018 crecerá 1,14 millones de barriles, sustancialmente superior a los 800.000 barriles diarios que fuera previsto para 2017, con un promedio de 58,96 millones al día. Los principales contribuyentes al crecimiento de la demanda pare el año próximo serán los EE.UU. Con 860.000, Brasil con 220.000 barriles, Canadá con 170.000 barriles y Rusia con otros 170.000 barriles más al día.
La caída del suministro de crudo fuera de la OPEP tendrá como protagonista a México con 170.000 barriles y a China con 160.000, debido principalmente a la ausencia de nuevos proyectos y a las fuertes caídas en los campos maduros.
Shale EE.UU.
Los proyectos de petróleo de esquisto que han sido la fuente de parte considerable del crecimiento de la oferta de petróleo en los últimos tres años están pasando por un período de desaceleración de la productividad del pozo, la aceleración de la inflación de costes, la desaceleración del crecimiento número de equipos y acceso a los mercados de capital limitado.
Se calcula que la producción norteamericana se verá afectada en cierta medida por la inflación y la disminución de la productividad de los pozos a medida que los operadores aumentan la producción más allá de los denominados “puntos dulces”. Sobre la base de las previsiones anteriores, la oferta no Opep y el crecimiento de la oferta de LGN de la Opep sobrepasarán ligeramente la creciente demanda mundial de petróleo, lo que resultará en una demanda de crudo de la Opep en 2018 de 32,2 millones de barriles diarios.
Esto representa una disminución de 100.000 barriles al día desde el año en curso, lo que se compara con un aumento previsto de 300.000 en 2017. Una mejora superior a la esperada de la economía mundial podría contribuir aún más al crecimiento de la demanda de petróleo en el próximo año, acelerando el reequilibrio en curso en el mercado del petróleo y apoyando el impulso del mercado en 2018.
Quieren que el elefante coopere
Mientras, Barkindo espera lo mismo de Estados Unidos, que por ahora tira hacia abajo de los precios del crudo con una producción de petróleo de esquisto que no deja de crecer. “Esperamos que con el tiempo los productores estadounidenses se sumen a los esfuerzos comunes para devolver la estabilidad a la industria”, dijo el jefe de la OPEP en una entrevista a la cadena de televisión rusa RBK. Los volúmenes del petróleo de esquisto que “han sacado al mercado durante el primer semestre de 2017 y los que tienen previsto sacar en adelante no pueden ser obviados”, advirtió. El representante de Arabia Saudí ha dicho que son como “un elefante en un baazar”. “Debemos analizar esta situación con nuestros socios, incluida Rusia, y buscar la forma de cooperar” con EE.UU. agregó Barkindo. Según el acuerdo de recorte de producción, adoptado para frenar la caída de los precios del crudo y estabilizar el mercado, la OPEP debe reducir sus extracciones en 1,2 millones b/d en relación a noviembre de 2016.
De este modo, la extracción del cartel no debe superar los 32,5 millones b/d. Los otros países productores se comprometieron a recorte global de 558.000 b/d, más de la mitad del cual corresponde a Rusia.
¿Entra o no entra?
Las estrechas relaciones entabladas en los últimos años entre la Federación Rusa y la Opep ha despertado suspicacias ante la posibilidad de que el principal productor de petróleo del mundo se una al Cartel. “Actualmente no contemplamos la posibilidad de que Rusia entre en la OPEP, aunque nuestra relación con los países exportadores de petróleo ha demostrado que la cooperación es algo necesario y adecuado”, señalaba el ministro de Energía Alexander Nóvak. Anteriormente, Nóvak había declarado en repetidas ocasiones que las posibilidades de la OPEP de influir en el mercado son limitadas.