Por Santiago Magrone
La situación productiva del sector petrolero en los yacimientos convencionales y no convencionales de crudo y gas, la desactivación de equipos en diversas áreas y la consecuente suspensión de personal –con riesgo de despidos en los próximos meses- y la merma de inversiones, conforman un cuadro de situación que está siendo evaluado por el gobierno nacional en el contexto de las definiciones necesarias y prontas que deberán darse en materia energética.
Esto incluye la política de precios en origen para estos insumos energéticos y de sus derivados, de tarifas desdolarizadas al usuario interno de gas y electricidad en el marco de la estabilización macroeconómica que se procura, y la política de exportación de los hidrocarburos, al menos a nivel regional.
Completan la ecuación energética las otras formas que tiene la Argentina de producirla: hidroeléctrica, nuclear, las renovables, sus proyectos en marcha y otros que estan siendo objeto de revisión por parte de la secretaría de Energía.
Del diseño de políticas en estos rubros, y de la articulación del rol del Estado y de los capitales privados, dependerá el desarrollo de esta actividad y sus resultados en términos económicos y sociales.
Por lo esbozado hasta ahora desde el gobierno, es dable esperar cambios de fondo en la administración de los recursos energéticos comparado con la política previa.
Gobernadores de las provincias productoras y los gremios del sector se están movilizando en procura de respuestas de las empresas y del gobierno central que definan un curso hacia la producción, el mantenimiento de puestos de trabajo, y la generación de recursos económicos para todos los actores de esta industria.
El gobernador de Neuquén, Omar Gutierrez, su similar de Chubut, Mariano Arcioni, el titular del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, y su similar de Chubut, Jorge Avila, realizan gestiones ante el gobierno nacional.
La merma de ingresos por regalías para los estados provinciales, el cierre de empresas proveedoras de servicios petroleros y la pérdida de empleos que se viene registrando hace varios meses (hay cerca de 1.900 suspendidos en Conciliación Obligatoria) han puesto en serio riesgo a la paz social.
Junto con las operadoras privadas, un actor relevante en este contexto será YPF, en tanto empresa de mayoría accionaria estatal.
El Directorio que preside Guillermo Nielsen deberá ratificar o rectificar proyectos e inversiones en el desarrollo de reservorios e infraestructura en Vaca Muerta (Neuquén), en la producción convencional -principalmente en Chubut y Santa Cruz-, en el suministro mayoritario de combustibles al mercado interno, y en la exportación de excedentes. Su papel resultará insoslayable para otras fuertes operadoras locales integradas y no integradas, como PAE, Tecpetrol, Total, Pluspetrol, Shell y Pampa Energía.
Habrá que ver qué ocurre con los proyectos heredados de expansión de la red de transporte troncal de gas natural desde Vaca Muerta, y también con el de construcción de una planta procesadora de GNL (a cargo de varias productoras con YPF a la cabeza) pensada principalmente para exportar a terceros países.
Se trata de iniciativas que dependen del criterio que se seguirá ahora para el desarrollo de esos recursos, y de su viabilidad económica y financiera en un contexto internacional complicado.
Así las cosas, el Secretario General del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut, Jorge Avila mantuvo un encuentro con el ministro de Producción de la Nación, Matías Kulfas, en el cual, afirmó el dirigente, “se avanzó en incluir en la agenda federal que propone el Presidente Alberto Fernández, la actividad petrolera de la Cuenca del Golfo San Jorge”.
“Vamos a trabajar más fuerte en la recuperación secundaria y terciaria”, dijo Ávila luego del encuentro, y agregó que “Vaca Muerta es el futuro de la Argentina, eso no lo podemos desconocer; pero ese futuro está mucho más adelante de lo que nosotros podemos hacer y mientras tanto seguimos siendo la provincia récord en producción de petróleo”.
El dirigente sostuvo que “la mayoría de las inversiones en los últimos cuatro años fueron enviadas a Vaca Muerta, olvidándose que en el interior todavía en lo que es convencional, seguimos manteniendo el récord de producción en la provincia”. “Lo que hacemos acá es pedir mantener esa inversión en nuestra Cuenca, para que podamos crecer y también seguir siendo lo que siempre decimos nosotros que queremos ser: el anexo de Vaca Muerta”, señaló Avila.
Casi en simultáneo, Pereyra (hasta diciembre también senador por el MPN) recorre yacimientos neuquinos realizando asambleas preparando una fuerte movilización de trabajadores para la semana próxima contra la baja de equipos.
El dirigente aseguró que “no se trata de una medida de fuerza contra el gobierno nacional, a quien acompañamos”, aseveró que “son las empresas las que ponen de rehenes a los trabajadores con los despidos y suspensiones para arreglar sus problemas”, y advirtió sobre la posibilidad de un paro total en Vaca Muerta.