El juez Daniel Rafecas continuó esta semana con la citación de ex funcionarios relacionados con el proyecto del gasoducto troncal Tratayen-Salliqueló, y con las consultas técnicas a representantes de empresas productoras y principales transportadoras de gas natural, en procura de una definición respecto de varias denuncias presentadas a partir de declaraciones (en Off y en On) que realizó el ahora ex ministro Matías Kulfas.
Frente al juez Rafecas y al fiscal Carlos Stornelli, tanto Kulfas como el ex asesor en el proceso licitatorio Antonio Pronsato, descartaron -por separado- que hubiera habido irregularidades en el diseño y ejecución de la licitación para la provisión de caños para el ducto.
Kulfas “emprolijó” mucho ante el Juez sus comentarios iniciales, en tanto que Pronsato argumentó que su renuncia se debió a desacuerdos en cuanto a la falta de dinamismo necesario para la ejecución de las varias licitaciones necesarias para realizar el gasoducto en el ajustado tiempo que resta hasta el invierno del 2023, tal como lo planteó el gobierno de Alberto Fernández.
El martes fue el turno de escuchar a representantes de YPF, Pluspetrol, Tecpetrol y Total. El miércoles están citados técnicos de TGN y TGS.
Pronsato acudió el lunes y el martes hizo declaraciones a Radio Con Vos. Lamentó la situación de retraso por la cual atraviesa el proceso licitatorio de una obra de infraestructura energética indispensable y urgente para el país y la industria gasífera.
En declaraciones a Radio Con Vos, Pronsato relató que la suya ante el Juez “fue una audiencia muy interesante, se me permitió hablar y se me preguntó sobre tres tópicos: las especificaciones y el diseño de un gasoducto desde el punto de vista técnico; por qué había renunciado; y si había tenido algún tipo de presión o influencia con respecto a algún contratistas”.
“Cuando uno decide ir de un punto hacia otro, en este caso desde Tratayén hasta Salliqueló, y conducir un volumen de gas, en este caso 40 millones de metros cúbicos diarios, la resolución de ingeniería y de seguridad de diseño de los caños no tiene grados de libertad, no puede haber otra solución que la que se dio” explicó.
Y agregó que “la conducción de gas en cañerías responde a una fórmula física-matemática, una vez que se define el diámetro óptimo de la cañería fórmula, con sus estaciones compresoras, después uno se referencia en la norma NAC 100 que habla de los espesores de seguridad (de la chapa con la cual se fabrica el ducto) y no se podría hacer otra cosa”.
Pronsato sostuvo que la licitación de los caños, que se adjudicó a SIAT (del Grupo Techint), “es lo correcto para los libros, no es una opinión de ingenieros. Uno tiene que ajustarse a normas de seguridad y a las formulas físico-matemáticas”.
“Jamás se me dio indicación de poner o sacar un contratista o de forzar una cuestión técnica en una licitación”, aseguró Pronsato, un ingeniero que estuvo en el Enargas y a cargo de varios proyecto de extensión y de ampliación de gasoductos durante los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández.
Pero si habló de una para él “inexplicable ralentización del proceso licitatorio” justo en momentos en que éste debe acelerarse.
Acerca de su participación de pocos meses como asesor de la empresa estatal Enarsa, explicó que “cuando entramos con mi equipo en febrero, en dos meses aceleramos todo de manera increíble, conseguimos la ingeniería básica necesaria para plantear cualquier licitación; salimos a licitar los estudios de impacto ambiental, las cañerías, las válvulas, electrodos y puentes de medición”.
“Por Semana Santa, las cosas se empezaron a ralentizar y las demoras son muy perjudiciales”, agregó.
“Tenemos un DNU que dice que Argentina se está desangrando económicamente, esto nos puede resolver la vida de aquí a futuro, tenemos riesgo de abastecimiento, ¿qué mas necesitamos?”, interrogó.
Pronsato reveló que “para mi fue un dolor grande irme del proyecto. Me da vergüenza que el gasoducto no esté hecho”. “Ibamos a hacer un gasoducto único en Sudamérica, por la técnica y a una velocidad nunca vista. Se dividía la obra para ser más veloz. En cada tramo pedíamos dos frentes de ataque y uno más de cruces especiales para hacerlo en siete meses”, describió.
Así las cosas, y mientras la cuestión judicial sigue su curso desde Enarsa se trabaja en procura de una pronta firma del contrato con Techint para la provisión de los caños. Traerá la chapa desde Brasil y fabricará los caños en su planta de Valentín Alsina (partido de Lanús).
También ocurrirá que la licitación de válvulas será declarada Desierta por la imposibilidad de contar con proveeros locales, y habrá entonces una nueva licitación internacional.
Asimismo, y si no ocurre ninguna complicación en el trámite judicial en curso, Enarsa debería estar realizando el 8 de julio la apertura de sobres para la adjudicación (en agosto) de la obra civil de construcción del Gasoducto en sus diversos tramos.