Las estaciones de servicio pymes ratificaron que a partir del 1 de enero dejarán de cobrar las ventas de combustibles con tarjetas de crédito, en protesta por las comisiones que pagan a las emisoras de los plásticos y que aseguran representan hasta el 50% de rentabilidad de cada boca de expendio.
La modalidad de la medida se definirá en la última semana del año si es que hasta entonces las cámaras que integran la Confederación de Entidades de Comercializaciòn de Hidrocarburos y Afines (Cecha), no reciben una repuesta al reclamo, pero se anticipa que su implementación será "rotativa y escalonada durante los fines de semana".
La medida no alcanzará a las 4.500 estaciones de servicio existentes en el país, sino a las denominadas independientes pymes que se estiman son unas 1.500, es decir aquellas que no pertenecen a las propias petroleras ni tampoco a las de mayor facturación que cuenta con una estructura financiera más holgada.
El presidente de Cecha, Carlos Gold, dijo a Télam que los propietarios de las estaciones de servicio pymes de distintas regiones del país están "muy preocupados por el avasallamiento que las entidades de tarjetas hacen sobre la economía del sector, llevándose con el 50 por ciento de la rentabilidad”.
El directivo de la gremial empresaria explicó que el margen de rentabilidad de las estaciones de servicio oscila entre un 10 y un 12% promedio, a partir de la cual cada venta con tarjeta de crédito le saca entre 1,25% y 1,5 % de comisión.
A eso se le suman las retenciones impositivas -a través de las operaciones con plásticos- que suman un 5% entre Ingresos Brutos, IVA y Ganancias, lo que representa entre 6,25% y 6,5$ de retención en costo económico y financiero".
"Solicitamos una alícuota diferencial en las comisiones que nos cobran las tarjetas como
alguna vez lo hemos tenido", planteó Gold al plantear que "ningún negocio puede sostenerse con una pérdida del 50% de su rentabilidad por lo que el sector necesita rever de manera urgente la situación".
Otro de los reclamos de los estacioneros es "que se reduzcan los plazos de acreditación de los pagos: hoy una operación con tarjeta de crédito se hace efectiva a los 18 días hábiles, lo que en la práctica se extiende a 28 días, con el peso financiero que significa".
En el caso de las tarjetas de débito, los plazos de acreditación son de 48 horas pero Gold consideró que ·"también en estos casos las emisoras de plásticos retienen una comisión del 1% neto de la operación, lo que resulta excesivo para una operación que se cobra on line y de acreditación inmediata".
En todo el país hay unas 4.500 estaciones de servicio, de las cuales unas 3.000 son consideradas del segmento pyme y que resultan afectadas por lo que Gold califica como "un sistema de comercialización nefasto impuesto por las tarjetas de crédito".
Pero dentro universo de bocas de expendio se encuentran aquellas estaciones propias de las petroleras que "ya anticiparon que no se harán eco de la protesta aunque respaldan el reclamo, por lo que la medida de no cobro con tarjetas apunta a las que son manejadas por empresarios independientes".