Opinión

Energía: Un año perdido en el laberinto de políticos desorientados

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Por Jorge Lapeña *

Termina un año y es época de balances. Intentaremos hacer un inventario de los problemas no resueltos del año 2022 para nuestro sector energético. 

El año de la guerra energética

Se trata de un año atípico porque transcurrió íntegramente en el contexto de una guerra europea de larga duración, y de gran impacto en la Energía mundial; cuyo final y consecuencias de mediano y largo plazo no están claras. La guerra entre Rusia y Ucrania -además de ser una tragedia en sí misma- se desarrolla en un teatro de operaciones de alta densidad de flujos energéticos, cuya perturbación tiene impacto geopolítico y económico universal y durará varios años. Rusia es el principal poseedor de reservas de gas natural del mundo, y el principal abastecedor del Gas natural a Europa. La primera consecuencia será la perturbación del proceso de “Transición Energética” mundial.

Pero además la guerra ha enviado una señal fortísima al mundo de la “globalización” y del “Estado mínimo” que Argentina no debería ignorar. Ha puesto en primer plano que la política energética de los países debería abandonar las premisas neoliberales a ultranza que nos llevaron a confundirla con una transable en mercados ideales. La Energía es nuevamente una cuestión de Estado y la seguridad el suministro es clave para el funcionamiento de cualquier nación.

De hecho, Argentina país del lejano sur del mundo comprobó en carne propia aquello de que la Guerra es en Europa y las balas son de allá, pero los precios de compra de sus importaciones gasíferas recibieron el impacto de incrementos extraordinarios de precios a causa de la guerra (y pusieron al descubierto nuestro talón de Aquiles energético).

El año en que el Presidente argentino visitó Europa y ofreció energía masiva.

El año 2022 signado por la guerra, afectó la cantidad de los suministros energéticos en Europa y los encareció hasta niveles insospechados pocos meses antes. Lección: nadie vio venir el fenómeno.

En ese contexto el Presidente de la Nación se reunió en su gira europea de mayo pp. con el Rey Felipe VI de España y con el Canciller alemán y afirmó ante ellos que Argentina “es un proveedor mundial confiable de alimentos y Energía”, en un intento por abrir mercados de exportación para nuestra producción energética futura. Sin duda se trató de una afirmación temeraria.

Si bien es cierto que a la producción de alimentos Argentina es un jugador mundial que nadie discute, debe quedar claro  que en Energía nuestro país es un productor sumamente modesto y decadente en el siglo 21 cuya producción total de Energía  se ubica en torno al 1% de la producción global;  que actualmente es importador neto de gas natural y gasoil; y que carece de la infraestructura de transporte, puertos y liquefacción de gas natural como para abastecer mercados europeos al menos en el corto y mediano plazo.

El año en que Argentina no pudo abastecer la demanda interna de gasoil ni con producción nacional ni con importaciones y provocó un caos.

Argentina tuvo en 2022 un año aciago en materia de suministro de combustibles. La producción nacional de gas oíl –el combustible más importante utilizado masivamente para el transporte de mercaderías y de personas, y para todas las labores agrarias-, fue insuficiente para abastecer nuestra demanda interna. Ello además de ser un error fenomenal de programación generó un caos en las rutas sin antecedentes que no fue explicado por ninguna autoridad del gobierno. 

La pregunta del momento: ¿Se repetirá este grave problema en 2023; o se habrá solucionado definitivamente? Está claro que si esto se repite podría tener consecuencias económicas y además de consecuencias electorales.  

El año en que Cammesa distribuyó en concepto de subsidios a la oferta y a la demanda eléctrica una cifra miles de millones de US$.

En el Seminario Anual del IAE Mosconi, realizado en octubre de 2022 se afirmó que en el periodo de 14 años comprendido entre 2008 y 2022, se distribuyeron 200.000 millones de US$ en concepto de subsidios a la oferta y a la demanda eléctrica financiados íntegramente por el Tesoro Nacional; siendo la partida más importante del déficit fiscal. Cammesa la administradora del Mercado Eléctrico Mayorista canalizar estos subsidios por cuenta del Estado y con la complicidad y anuencia del sector privado que integra junto al Estado nacional el Directorio de la misma. 

Lo paradójico es que semejante cifra de subsidios estatales no sirvió para mejorar la calidad de las prestaciones de los servicios públicos eléctricos ni para realizar inversiones en la ampliación de las instalaciones para asegurar los servicios prestados. Una vez más se comprueba que la Secretaria de Planificación Energética de la Nación es incapaz de elaborar el Plan Energético.

Un año más -y van varios en el presente siglo-  en que Argentina no ha elaborado un Plan Energético Estratégico para el sector energético. Elaborar un Plan, difundirlo y debatirlo en los sectores empresarios sindicales y académicos, y finalmente aprobarlo por ley del Congreso de la Nación mediante una ley al respecto constituiría un instrumento ordenador formidable para la toma de decisiones de inversión. 

Y a la vez que constituiría una hoja de ruta insoslayable para la implementación de la Transición Energética para el Control del Cambio Climático.  

El año en que los entes reguladores de gas y de electricidad continúan intervenidos desde 2019

Inexplicablemente continúan intervenidos desde 2019 los entes reguladores de la Electricidad y del gas natural: ENRE y ENARGAS sin que se conozcan los motivos de la intervención ni los resultados concretos de las anormalidades   detectadas y las acciones emprendidas para solucionarlas. Esto justificaría que la oposición parlamentaria en el Senado y en la HCDN presentara como mínimo un pedido de Informes. 

Es imperioso proponer fin a las intervenciones y previamente requerir de los interventores designados por el actual Poder Ejecutivo un informe de las irregularidades detectadas y la forma en que las mismas fueron solucionadas.

El gobierno actual; debe poner fin ya mismo a las intervenciones en ambos Entes Reguladores y los cargos ejecutivos de los mismos deben ser cubiertos por profesionales reconocidos elegidos mediante concurso público y acuerdo del Congreso Nacional.

El Estado nacional que debe retomar las concesiones hidroeléctricas que vencen en 2023 ha permanecido pasivo sin definir cómo va a resolver este problema.

Es inexplicable que el próximo vencimiento de las concesiones tenga un retraso enorme, lo que habla de la falta de claridad del gobierno nacional para resolver. La pasividad del oficialismo debería ser denunciada por la oposición.

Visto el tiempo trascurrido y que las primeras concesiones vencen en 2023 sugerimos acordar la prórroga de un año por ley del Congreso y luego vencido ese plazo transferir las mismas al Estado nacional tal cual está previsto en los contratos respectivos firmados a partir de 1993.

La política argentina todavía muy lejos del lugarde definir programas realistas para la energía

Argentina está trascurriendo el último año del gobierno del Alberto Fernández, el presidente tiene opción a un nuevo período, o bien puede ser reemplazado por un nuevo presidente ya sea de su propio espacio político o bien de la oposición. 

Llama la atención que exista -por lo menos en lo relativo al manejo del sector energético- una falta de debate sobre el qué hacer en el futuro. Eso incluye naturalmente definir en forma clara lo que se va a realizar en caso de acceder al gobierno tanto el actual oficialismo o eventualmente la oposición. En resumen, falta todavía debate y propuesta política. 

Hemos sido claros en la lista precedente que hay materias en que no se puede esperar a ganar la elección para empezar a pensar qué hacer. Eso sería claramente una estrategia peligrosa. Hay que hacer Plataformas Políticas; hacerlas aprobar por las convenciones partidarias y luego -si se gana la elección- aplicarlas con rigor técnico y político.

No es la práctica habitual en la Argentina donde una idea demagógica de la política consiste en ganar y luego tratar de imaginar qué hacer. Idea infantil que debería ser definitivamente desterrada.  

* Presidente de Instituto Argentino de la Energía Gral. Mosconi

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