Los precios de los futuros del gas, que en apenas dos sesiones habían disparado su cotización un 60%, bajaron bruscamente y cotizaban con caídas superiores al 7% en los contratos del mes de noviembre, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin instruyera al ministro de Energía ruso, Nikolái Shulguínov, para que controle personalmente que la empresa gasística Gazprom respete sus compromisos.
De este modo, los contratos de futuros europeos de gas (TTF holandés) para entrega en noviembre, de referencia para el Viejo Continente y que durante el día habían subido más de un 25%, hasta un récord de más de 161 euros por megavatio, cedieron tras las declaraciones del presidente ruso más de un 7% y cotizaban en alrededor de 107 euros, tras llegar a bajar hasta los 104 euros.
"Gazprom opina que le sería económicamente más preferible, más rentable pagar a Ucrania una multa, pero aumentar los volúmenes del suministro a través nuevos sistemas, precisamente por las circunstancias que he mencionado: la presión en la tubería es más alta, menos emisiones de CO2 a la atmósfera, todo resulta más barato", dijo
"En primer lugar, no hay que poner a nadie en una posición difícil, incluida Ucrania, a pesar de todos los momentos relacionados con las relaciones ruso-ucranianas en este momento. En segundo lugar, no hay que socavar la credibilidad de Gazprom como un socio absolutamente fiable en todas las relaciones", destacó el jefe de Estado ruso.
Además, Putin declaró que es necesario estudiar la posibilidad de aumentar los volúmenes de gas en el mercado, destacando que hay que hacerlo "con cuidado", ya que un revuelo especulativo no servirá para nada.
Respecto a la iniciativa de una transición hacia la venta de gas en bolsa, el presidente afirmó que debe ser estudiada. Indicó que se puede realizar si esto ayuda a bajar la demanda frenética, pero no en detrimento de los intereses de Rusia.