INTERNACIONALES

La pulseada del siglo: la mano dura de Biden contra la mano invisible del mercado

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Para la revista Forbes, especializada en negocios y finanzas, el tope impuesto al precio del petróleo ruso podría ser la mayor locura energética que haya cometido hasta la fecha la Administración del presidente de EE.UU., Joe Biden.

El objetivo de limitar el precio del crudo ruso, medida impuesta al G7 por EE.UU., es expandir a terceros países el alcance de las sanciones contra Rusia, limitando así las rentas extraordinarias que Moscú está obteniendo por la suba del precio del petróleo y, al mismo tiempo, disminuir el impacto de los precios de los energéticos en los países del G7.

El G7 está compuesto por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido y representa a los siete principales poderes económicos avanzados que supone un grupo peso político, económico y militar relevante a escala global.

El tope de precio se articularía a través de un mecanismo mediante el cual los importadores que busquen cobertura de seguros y servicios de envío en empresas con sede en los países del G7 y la Unión Europea deberán hacerlo con ese precio máximo y la medida entraría en vigencia el 5 de diciembre.

Las operaciones petroleras requieren de asegurar el riesgo de cubrir los eventuales costos de incidentes, como retrasos en las entregas, daños a los bienes transportados, robos o incluso conflictos armados. Las aseguradoras con sede en el Reino Unido y Países Bajos gozan de una posición dominante en el mercado, lo que dificulta que los petroleros rusos encuentren cobertura en otros lugares.

El plan suena bien en la teoría, pero en la práctica está plagado de riesgos. Eso se debe a que los legisladores no comprenden el funcionamiento y la economía de los mercados energéticos. La realidad es que un límite de precio puede eludirse fácilmente, señala Forbes.

En este sentido, la publicación de negocios asegura que la implementación de la medida podría dar paso a dos posibles escenarios, detallando que ninguno de ellos sería favorable para las naciones que la han promovido.

En primer lugar, el medio indica que Rusia puede enviar más crudo a China, India y Turquía, utilizando principalmente barcos con banderas de esos países y ofreciendo descuentos. En caso de darse este escenario, Forbes cree que Rusia detendría la producción que no puediese vender a terceros y que la curva de oferta y demanda encontraría su encrucijada en un precio mayor:  'menor volumen, mayor precio'. Mientras tanto, Moscú conservaría el recurso para una extracción posterior.

El segundo posible escenario sería el más negativo para el G7 y consistiría en que Rusia utilice las exportaciones de petróleo como un “arma energética”, lo que podría provocar un impacto alcista en los mercados, elevando el precio del barril de crudo hasta los 150 dólares, hecho que podría aumentar los ingresos petroleros de Rusia hasta en un 50 % impulsando una recesión global.

“El riesgo de esta reacción del mercado no se puede exagerar, especialmente desde que la Administración Biden y los responsables políticos de la UE y del Reino Unido han demostrado ser incompetentes en la actual crisis energética, y el precio máximo podría ser su golpe de gracia", concluye el artículo.

Golpe a golpe

Mientra tanto, las hostilidades entre Moscú y Washington no ceden. En relación a las fugas detectadas en los gasoductos Nordtream 1 y 2 en aguas del mar Báltico, Vladimir Putin calificó el hecho de “acto de terrorismo internacional”.

El 8 de febrero pasado el presidente norteamericano Joe Biden en la rueda de prensa conjunta en la Casa Blanca con el canciller alemán, Olaf Scholz había aseverado que “La idea de que Nord Stream 2 va a seguir adelante con una invasión de los rusos... Eso no va a ocurrir” y agregó “Le pondremos fin”, precisó Biden.

En la ocasión, un periodista de la agencia Reuters insistió en la cuestión: “¿Cómo lo harán exactamente, ya que el proyecto y el control del mismo están en manos de Alemania?”, preguntó al presidente de EEUU. “Lo haremos, se lo prometo, podremos hacerlo”, se limitó a responder Joe Biden.

Putin dijo en conversaciones telefónicas con el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, que “el sabotaje no tiene precedentes”  y que Biden debe responder si EE.UU. “llevó a cabo su amenaza” lanzada en febrero de este año de destruir los gasoductos.

La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, recordó la frase de Biden y pidió que explique si Estados Unidos “ejecutó su amenaza” de febrero. Señaló que el presidente estadounidense “debe ser responsable de sus palabras” y que “Europa debe saber la verdad”.

¿Sabotaje?

El caño de acero tiene unos cuatro centímetros de espesor y está recubierto por 11 centímetros de un hormigón especial que hacen que cada metro pese unas dos toneladas.  Los ingenieros con experiencia en la materia sostienen que es poco probable que se den cuatro fugas al mismo tiempo en este tipo de gasoductos.

Los sismólogos han detectado varios picos importantes de actividad en el fondo marino que no se corresponden con fenómenos naturales. Bjorn Lund, sismólogo de la Red Sísimica Nacional de Suecia en la Universidad de Uppsala, ha señalado que la información recogida por él y sus colegas muestra que las explosiones ocurrieron en el agua y no en las rocas bajo el fondo marino. Según declaró Lund a la televisión sueca, se necesitan al menos 100 kilos de explosivos para provocar tales explosiones.

La presión de diseño de los Nordestream es de 250 Bar, que compensan con la presión de columna de agua que en ocasiones llega a los quinientos metros de profundidad, es decir unos 50 Bar que operan como compensadores de la presión interna de los ductos.

Advertencias y más presiones

Biden instó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, a no usar armas nucleares ni químicas en Ucrania y le advirtió que se convertirá en el mayor “paria” del mundo si lo hace. “No, no, no lo haga. Cambiará el rostro de la guerra como nunca antes desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo en una entrevista con el programa “60 Minutos” de la cadena CBS.

Por su parte, la excanciller alemana Angela Merkel pidió “tomar en serio” las declaraciones del presidente ruso Vladimir Putin, que recientemente advirtió que usaría armas nucleares en caso de amenaza real contra la integridad territorial de Rusia, en el marco de la guerra en Ucrania. “Eso no es un signo de debilidad”, dijo “Uno debe tomarse en serio sus palabras”, ha dicho Merkel, que ha solicitado “no minimizarlas desde el inicio como un farol” y “abordarlas con seriedad”.

Joe Biden, también lanzó advertencias a China y le dijo a su homólogo chino, Xi Jinping, que una violación de Pekin a las sanciones impuestas a Rusia por su invasión de Ucrania, dañarían el clima de inversión norteamericana en China

Biden dijo a Xi que violar las sanciones sería un “error gigantesco”, pero que hasta ahora no hay indicios de que China haya apoyado activamente el esfuerzo bélico ruso con la venta de armas. “Llamé al presidente Xi (...) no para amenazar en absoluto, solo para decirle (...) que si cree que los estadounidenses y otros seguirán invirtiendo en China, cuando usted viola las sanciones que se han impuesto a Rusia, creo que está cometiendo un error gigantesco”, indicó.

El mandatario estadounidense también rechazó la idea de que un alianza chino-rusa signifique efectivamente un nuevo tipo de Guerra Fría. “No creo que sea una nueva y más complicada, Guerra Fría”, dijo.

Futuro negro

Mientras tanto, el carbón que estaba muerto en vida,  volvió a ganar protagonismo en la matriz energética europea que ha intensificado su producción e importación para generación, en la mayoría de los países de la Unión Europea.

Alemania, Francia, Países Bajos, España, Italia, Grecia, República Checa, Hungría y Austria están retrasando el calendario de cierre de sus centrales, reabriendo las ya clausuradas o aumentando las horas de trabajo, según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) Coal Market Update, publicado en julio.

La reducción del suministro gasífero y la incapacidad.de las fuentes renovables de abastecer la demanda disparó el precio tras el conflicto ruso-ucraniano, llegando a superar los 300 euros/MWh. Según le UE,  cada m3 de gas natural corresponde a un Poder Calorífico Superior (PCS) de 11,70 kWh aproximadamente.

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el récord de consumo global de carbón alcanzado en 2013 sería igualado en el presente año, mientras los países de Europa luchan por guardar sus suministros de gas natural.

Las ilusiones de imponer energía de fuentes renovables quedaron desechas tras el inicio del conflicto ruso-ucraniano, la necesidad por el carbón, el combustible fósil más contaminante, está en aumento y no hay indicios de que su potencia energética ses sustituida por el viento o el frío sol europeo.

Este año, según la AIE, el consumo de carbón en la UE crecerá un 7%, ya que sus países miembro están almacenando el poco gas que les está siendo suministrado. El organismo prevé que en el invierno septentrional continúe la fuerte demanda, luego de que varios países del bloque europeo hayan extendido la vida útil de sus centrales de carbón o reabierto otras para asegurar el suministro de energía.

La Agencia Internacional de Energía ha estimado que la demanda eléctrica de este combustible aumentará un 16% este año, siendo el mayor contribuyente al aumento del consumo en la Unión Europea. En el 2021 y a medida que los países se recuperaban de los cierres por la pandemia de Covid-19, el consumo de carbón en Europa aumentó un 14%.

El incremento en el consumo se produce en un momento en el que los precios del carbón han alcanzado máximos históricos y en el que la inminente prohibición de la Unión Europea a las importaciones rusas añadirá más presión a la oferta.

Siguen las sanciones

Tras los referéndums llevados adelante en la República Popular de Donetsk (RPD), la República Popular de Lugansk (RPL), así como los óblasts (especie de municipio) de Jersón y Zaporiyia  la presidente de la Comisión europea Úrsula Von der Leyen diijo que “Rusia ha escalado la invasión de Ucrania a un nuevo nivel”, y que  “No aceptamos la farsa de los referendos ni ningún tipo de anexión en Ucrania y estamos decididos a hacer pagar al Kremlin esta nueva escalada”.

Además, el bloque europeo ha incluido en la lista negra a un total de 1.206 personas, entre ellas el propio Putin y su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y 108 entidades. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen,  dijo que el octavo paquete de sanciones, permitirá incluir en la lista negra a personas acusadas de eludir las sanciones de la UE. “Creo que esto tendrá un importante efecto disuasorio”, ha defendido.

Las sanciones propuestas impedirían a los ciudadanos de la UE formar parte de los consejos de administración de las empresas estatales rusas. El caso del ex canciller alemán Gerhard Schröder, que tenía vínculos con Nord Stream, Rosneft y Gazprom, suscitó este año fuertes críticas dentro y fuera de Alemania. “Rusia no debe beneficiarse de los conocimientos y la experiencia europeos”, ha dicho la jefa del Ejecutivo europeo, sin mencionar a Schröder por su nombre.


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