La producción total de petróleo en 2018 fue de 28.404.000 metros cúbicos, 2,1 por ciento mayor a la registrada en 2017, pero es similar a la anotada en 1991 por lo que, en términos históricos, la serie de producción se encuentra en niveles muy bajos ya que resulta 24,4 por ciento inferior a la del año 2008, reveló un informe periódico elaborado y difundido por el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE).
Esta declinación productiva es de larga duración ya que comenzó en 1998, año en que la producción nacional petrolera alcanzó su máximo histórico con 49.148.000 m3 anuales, de manera que la producción de 2018 es apenas el 57 por ciento de la de aquel año.
En el caso del gas natural, la producción aumentó 5,5 por ciento en 2018 respecto al año 2017, pero la del año 2018 es 6,8 por ciento inferior a la obtenida en 2008, detalla el informe.
Siempre acerca del gas natural, en la última década la producción disminuyó a una tasa de 0,7 por ciento anual acumulativo, pero sin embargo se observa un cambio de tendencia a partir del año 2014, a partir del cual se inicia un proceso de recuperación hasta el presente.
El IAE remarcó que “ese proceso de recuperación se focaliza en la cuenca neuquina y particularmente en el gas no convencional de Vaca Muerta”, precisando que la producción de petróleo y gas natural no convencional aumentó en 2018 el 47 por ciento y el 40,4 por ciento, respectivamente en relación al año anterior.
En contraste con esto, continúa la disminución de la producción de petróleo y gas de los yacimientos convencionales que representan el 87 por ciento y el 65 por ciento del total producido, respectivamente.
El estudio precisa que la producción convencional de petróleo y gas cae 3,7 y 4,4 por ciento anual en promedio entre los años 2008 y 2018. La producción de petróleo convencional en 2018 es 32 por ciento inferior a la de 2008, mientras que la de gas es 39,5 por ciento menor a la de aquel año.
Desde el IAE se sostiene que “la baja producción nacional de hidrocarburos se enmarca en un contexto de baja inversión en exploración de riesgo en las áreas convencionales”, lo que se manifiesta claramente en una disminución de las reservas comprobadas, probables y posibles de petróleo y gas natural según los datos oficiales de la Secretaría de Energía.
Las reservas comprobadas de petróleo en 2017 fueron 22,9 por ciento inferiores a las del año 2007, mientras que las de gas natural fueron 19,6 por ciento más bajas que las de aquel año. En el caso del gas natural, la caída de las reservas comprobadas es aún más impactante si se analiza el período 2000-2017.
La importación de gas natural de Bolivia aumentó 10 veces su volumen anual entre 2008 y 2018, a razón de 26,9 por ciento promedio anual, pasando de importar 558 millones de metros cúbicos en 2008 a 6.075 MMm3 el año pasado, aunque en este último año se redujo 11,7 por ciento respecto de 2017.
La importación de Gas natural Licuado (GNL), en tanto, se redujo 23,9 por ciento entre el año 2017 y 2018, mientras que en el último año fue 116,3 por ciento mayor a la del año 2010, pasando de 1.689 MMm3 a 3.653 MMm3. Es decir que la importación de GNL aumentó 10,1 por ciento promedio anual en los últimos nueve años, representando el 8,2 por ciento del total del gas entregado a usuarios en 2018.
Por otra parte, en la suma del total del Gas entregado a usuarios el 18 por ciento es importado (gas natural y GNL) totalizando compras al exterior por 9.781 millones de metros cúbicos.
Subsidios
Los subsidios energéticos y las transferencias de capital totales han crecido durante los últimos diez años, aunque se evidencia una disminución a partir del 2017 en términos reales o medidos en dólares.
Sin embargo, la devaluación del Peso argentino durante 2018 puso un freno a la tendencia a la baja nominal de los subsidios energéticos. Entre 2017 y 2018 los subsidios totales crecieron en términos nominales 45,5 por ciento, de manera similar a la inflación anual doméstica, pero se redujeron medidos en dólares.
El programa Plan Gas (actualmente “programa de incentivos a la producción de gas natural - Ex Plan Gas -”) recibió transferencias por $ 19.594 millones durante el 2018 siendo 20,5 por ciento menor a lo recibido en 2017 y 54 por ciento inferior a lo transferido en 2016 en términos nominales.
Este programa se presenta como el tercer beneficiario en importancia dentro de los subsidios económicos estatales, con un peso del 10,5 por ciento sobre el total.
A su vez, desde su implementación en el año 2013 este ítem creció a una tasa promedio anual de 25,7 por ciento. El Plan Gas recibió 3.035 millones de dólares durante 2016, U$D 1.393 millones en 2017 y 750 millones en 2018 medido en dólares reales a moneda de diciembre de 2016, reduciéndose en el último año 46,2 por ciento en términos reales.
Estos datos muestran que los beneficiarios recibieron un total acumulado de 5.177 millones de dólares en términos reales durante los últimos tres años.
Comercio exterior
Desde 2009 las exportaciones de combustibles y energía han mostrado una tendencia a la baja. Entre 2009 y 2018 el monto total de exportaciones energéticas disminuyó 34,9 por ciento, implicando una disminución promedio anual de 4,7 por ciento durante el periodo.
En contraste, las importaciones tuvieron una tendencia alcista, con un incremento absoluto de 148,6 por ciento en los últimos diez años y un aumento promedio anual de 10,6 por ciento.
Sin embargo, en el último año las exportaciones aumentaron más que las importaciones: 63,9 % y 14,1% respectivamente en relación a 2017, por lo cual se redujo el déficit comercial energético en 27,9 por ciento respecto al año anterior, indicó el IAE.