Hace unos 15 días en medio de una reunión con un inversionista la frase que retumbó entre las cuatro paredes fue: “entre López Obrador que suspendió las subastas en México, las PASO que le agregaron varios puntos de incertidumbre a la financiación en Argentina, Colombia que inicia este camino entre idas y vueltas y Uruguay que es un mercado muy pequeño, solo nos queda Chile que es el mercado donde queremos estar”.
Escribe Fernando Schaich *
Mientras escribo estas líneas nos llegan imágenes de Chile que son realmente aterradoras y que mas bien parecen pertenecer al pasado más oscuro.
¿Que nos pasa a los latinoamericanos que dedicamos tanta energía a autogenerarnos problemas? ¿Será parte de la curva de aprendizaje hacia un mercado y una sociedad mas madura? ¿O simplemente seguimos confirmando que somos individualmente “brillantes” y colectivamente estúpidos?
En medio de todo este tumultuoso presente lo que podemos concluir son básicamente dos cosas:
En nuestros países de América Latina, nos cuesta aprender de los errores
Las energías renovables parecen tener un cierto blindaje a estos problemas que obviamente es parcial, pero, blindaje al fin.
Respecto del punto 1), aquí me detengo por dos razones, no soy analista sociopolítico y me es mucho mas sencillo escribir sobre energía.
Respecto del punto 2), me gustaría enfocarme en las señales positivas de las energías renovables a pesar del entorno que a priori parecería muy negativo en casi toda la región.
En medio de una suspensión (por ahora definitiva) de las subastas en México aparecieron iniciativas privadas muy creativas para replicar un mercado entre compradores y vendedores de energía. Esto no hace mas que reflejar que hay dos tipos de personas: los que esperan que las condiciones y el entorno sea favorable para hacer negocios y los que siguen adelante, haciendo negocios a pesar del entorno desfavorable. Siempre los hubo y por fortuna, los seguirá habiendo.
Algo similar ocurre en la Argentina. En un mercado en el que hace dos años todos querían estar, en cuestión de meses, se deteriora el ecosistema financiero y como golpe de gracia: las PASO que a manera de encuesta electoral (algo cara) terminan por desorientar a los inversionistas y entidades financieras.
Pero nuevamente están los que siguen su marcha a pesar del entorno y así vemos semanalmente casos de empresas privadas que en el cumplimiento de la reglamentación vigente (desde la ley 27191) cierran contratos de compra de energía de fuente renovables con actores del mercado.
Y vemos también con una mezcla de curiosidad y alegría, iniciativas como GREENMAP (Global Renewable Energy Mass Adoption Program) que, lanzada por Sebastián Kind intenta crear o catalizar mercados de energías renovables en países en donde las fuentes de energías renovables aún no se encuentran desarrolladas y donde existen crónicas y elevadas barreras a la financiación debido a inestabilidades políticas o financieras. Lo que busca GREENMAP es atraer inversiones en energías renovables a bajos precios mediante una batería de medidas estandarizadas como modelos de contratos, garantías internacionales que aseguran el pago de la energía, instrumentos de mejora del crédito, etc. Ojalá sea éste el caso en donde la Argentina le puede transferir su experiencia a otros países. Se habla de al menos 15 países objetivo para ello.
Por otro lado, vemos Chile (que mientras escribo estas letras se encuentra en estado de emergencia y toque de queda), que, con precios bajísimos de la última licitación de las distribuidoras, igual mantiene alto interés de inversionistas operar ya sea con PPA’s privados o incluso a merchant. Y todo esto a pesar de un sistema eléctrico con cierta complejidad debido a los desacoples de precios nodales y riesgo de curtailment en algunas regiones.
Así podríamos continuar con ejemplos, Colombia que en su segundo intento de licitación parece que lo logrará luego de muchos años de contar con un lobby en contra de las renovables, Uruguay que con un mercado muy pequeño al menos anunció que para los próximos años será necesaria la incorporación de energía solar fotovoltaica en la matriz eléctrica que ya hoy es 98% renovable y que ocupa el tercer lugar en el mundo en penetración de eólica y solar PV luego de Dinamarca y Lituania. Perú tuvo su momento de empuje con las primeras Subastas RER que llegaron hasta 2015 y desde ese momento no siguieron adelante. Y, por último, Brasil que en setiembre llego a 80% de generación renovable en su matriz eléctrica a pesar de innumerables obstáculos de todo tipo. Es cierto sí que de ese 80%, 71,8% es de fuente hidráulica y tan solo 9,1% de fuente eólica y solar PV.
Los capitales están en todo el mundo cada vez mas enfocados en las energías renovables, de ello no cabe la menor duda y como muestra se puede ver que cada oportunidad que hay acuden una cantidad de inversionistas de todo tipo (grandes corporaciones, pequeños inversionistas y desarrolladores locales, empresas anexas que deciden invertir para operar un activo de generación de energía renovable, etc.
Eso puede verse por ejemplo en Colombia en donde una cantidad interesante de oferentes fueron adjudicados a precios entre 27 y 31 USD/MWh y por otro lado en Uruguay, una licitación para el montaje y construcción de una planta de 65 MW de tecnología solar fotovoltaica, generó interés a una veintena de empresas de todos los orígenes. Esto nos muestra que, apenas aparece una oportunidad, hay muchísimas empresas interesadas en tomarla.
En definitiva, quizás hay momentos para analizar la situación y otros para correr detrás de los mercados, claramente estamos atravesando una etapa más similar a la primera. Pero eso no significa quedarse quietos.
Personalmente soy optimista y estoy convencido que estos ciclos irán de a poco atenuándose y que quienes invierten en estas energías tienen que saber que: gana siempre quien tiene más paciencia.
Las renovables vinieron para quedarse, a pesar de nuestra aún inmadura América Latina.
- Fundador de SEG Ingeniería