Quedó sin efecto la subasta correspondiente a la Ronda 3 del plan RenovAr. Probablemente el nuevo ministro de Energía asigne nueva fecha en 2019
El Gobierno tiene decidido, aunque no lo va a anunciar públicamente, la postergación por tiempo indeterminado de la ronda 3 del programa RenovAr. La tercera rueda de licitaciones públicas de energías renovables, que el ex ministro de Energía Juan José Aranguren prometió para fines de 2018 no se concretará en lo que queda del año y es probable que tampoco se haga en 2019, no al menos en el primer semestre.
Según contaron fuentes oficiales, la idea ahora es "hacer cumplir los contratos" y promover el mercado a término entre privados (MATER) mientras se "mastica el asado" cocinado en las rondas 1, 1.5 y 2 de RenovAr. La metáfora graficada en las cercanías de la Casa Rosada sirve para explicar que el programa para incrementar el peso de las energías renovables en el sistema está trabado por una serie de obstáculos desatados a partir de la corrida financiera de abril y la escasa capacidad de transmisión eléctrica de la red, que también condicionó otros proyectos. La intención es "limpiar el mercado", para que queden en pie aquellos que realmente tengan las espaldas suficientes para ponerse a operar.
En el medio, a mediados del mes pasado el nuevo ministro de Energía, Javier Iguacel, dio una fuerte señal al mercado. Ante reiterados incumplimientos en los hitos establecidos, instruyó a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA), una sociedad anónima con participación del Estado, para cancelar los contratos de dos proyectos de energías renovables. Uno a la empresa china Sinohydro, que había prometido instalar 100 MW en el Parque Eólico Viento Reta (o Pampa), en las cercanías de la localidad bonaerense de Tres Arroyos, adjudicado en la ronda 1.5 a US$ 46 por MWh; el otro, a la estadounidense SoEnergy, que ganó el Parque Solar Sarmiento en Media Agua, San Juan, con 35 MW a US$ 52,95 por MWh.
De los 147 proyectos adjudicados por RenovAr, quedan 55 por firmar sus respectivos contratos de abastecimiento de energía (PPA) con CAMMESA, luego de que el 26 de julio se suscribieran 8 contratos para construir por 141 MW. Apenas hay 7 plantas en operación comercial (3 de biomasa, 2 de biogás, un pequeño aprovechamiento hidroeléctrico y el parque eólico Corti de Pampa Energía, que por su volumen es el más importante), mientras que en pleno proceso de construcción están unos 55 proyectos, con el parque solar jujeño de Cauchari como la gran estrella.
Aunque los plazos eran rigurosos, a medida que urgieron las necesidades se fueron pateando para adelante. Los contratos de los 88 proyectos de RenovAr 2 (en sus dos fases) debieron haber sido firmados en junio, pero el Gobierno extendió el plazo hasta fines de este mes. Resulta inverosímil que, tal como hizo con Sinohydro y SoEnergy, el Ministerio de Energía decida cancelar todo aquello que no esté cumplido. Según informaron, el promedio de cumplimiento de los hitos evaluados ronda el 94%. Sin embargo, las dudas están. El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, se cansó de prometer que Cauchari estaría entregando electricidad a la red en mayo de 2018 y que el Estado Nacional debería pagarle por la energía, pero problemas con una subestación demoraron la entrada de los tres parques solares al sistema hasta al menos marzo de 2019.
La corrida cambiaria desatada a fines de abril, con su consecuente aumento del riesgo país, junto al alza de las tasas de interés de referencia, complicaron el acceso al financiamiento y generaron lógicas dudas entre los inversores, que tienen contratos en dólares en un país poco apegado a cumplir reglas.
Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Energías Renovables, dijo: " Las negociaciones se complican y son más lentas. Algunos inversores que pensaban comprar contratos, ahora dudan. La inestabilidad del mercado cambiario es un riesgo importante, pero los contratos son a 20 años. Los problemas se produjeron en aquellos proyectos que no cerraron su financiación, ya que hoy se encuentran con tasas más altas".
En este marco, la geopolítica tiene su lugar en el juego argentino. Europa, sin recursos hidrocarburíferos suficientes, apuesta a través de bancos y prestamistas a impulsar las energías renovables en el país, dado que proveen la tecnología. Si en un futuro la matriz energética se "purifica", el Viejo Continente acabará con su dependencia del gas ruso y otros combustibles fósiles, en detrimento de Medio Oriente.
Genneia, la empresa con mayor desarrollo en la tecnología eólica en Argentina, tiene un crédito de US$ 142 millones para Pomona (100 MW en Río Negro) de los bancos de desarrollo KfW y DEG, y la garantía correrá por cuenta de Euler Hermes (agencia de exportación). Todas las entidades son alemanas, porque de allí provendrán los 26 generadores Nordex. Para Villalonga (50 MW en Buenos Aires) y Chubut Norte I (28 MW), logró US$ 131 millones. "Parte de la financiación contará con una garantía de riesgo comercial y político por parte de la agencia de exportación danesa EKF (ya que los aerogeneradores Vestas son de origen danés), y los prestamistas, además de la propia EKF, serán el banco japonés Sumitomo Mitsui Banking Corporation (agente de la transacción y coordinador global), la Corporación Andina de Fomento y el banco de desarrollo holandés FMO", informaron. Todas son entidades o europeas o de Japón, otro importante centro de consumo sin recursos hidrocarburíferos, que paga fortunas el Gas Natural Licuado por su decisión de apagar las centrales nucleares después del accidente en Fukushima.
El Fondo para el Desarrollo de Energías Renovables (FODER) del Banco Mundial, que sirve como respaldo financiero, sigue sumando millones en su haber. Sin embargo, la meta de lograr el 8% de consumo de energías renovables no se conseguirá este año y, sin más licitaciones por el momento, será difícil seguir incrementando su peso en la matriz eléctrica.