INTERNACIONALES

Europa posterga sus metas ambientales

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La disminución de los flujos de gas provenientes de Rusia y el encarecimiento de la energía ubicaron a Europa en un escenario inédito meses atrás. El paquete de sanciones impuestas al gobierno de Moscú para debilitarlo, no hicieron más que fortalecerlo. Las finanzas rusas se incrementaron igual que sus exportaciones de gas y petróleo porque fueron a otros mercados y el rublo mejoró su cotización. 

Por María del Rosario Martínez

Ni el regreso al carbón y a la nuclear serán suficientes para que Europa haga frente a la escasez del gas prevista para el próximo invierno, lo que obliga a la UE a tomar medidas excepcionales de ahorro de energía que no fueron bien recibidas por los mandatarios de España, Grecia, Portugal y Hungría quienes se oponen a implementar un ahorro del 15% en el consumo de energía durante 8 meses. 

Estas son las primeras fisuras dentro de la comunidad de los 27 y una de las consecuencias por el aumento de la inseguridad del abastecimiento es la renuncia temporal a los objetivos ambientales. La crisis puso de manifiesto la imposibilidad de lograr la independencia de los combustibles fósiles y la descarbonización del sistema eléctrico y otras metas fijadas por los ministros de Energía y Clima del G7.

Los Jefes de Estado europeos avizoran una crisis energética peor a la que están transitando. Los precios del crudo en Europa aumentaron 48,41% desde el comienzo del año mientras que el costo del gas natural trepó un 98% desde el 3 de enero con el agravante de una posible escasez más acentuada durante el invierno próximo.

Según la AIE el gas adicional que debe ahorrarse en los próximos tres meses es del orden de los 12.000 millones de metros cúbicos.

Los especialistas calculan el precio del gas, en las próximas semanas, cercano a los 300 euros/MWh a pesar de las restricciones que pidió la CE. Hoy se sitúa por encima de los 166 euros/MWh

“A pesar de estas medidas de austeridad, no deberíamos sorprendernos si los precios del gas en la bolsa de valores de Ámsterdam saltan al rango de 200-250 euros/MWh. Incluso el nivel de 300 euros/MWh es posible”, explica Manuel Pinto, analista de la consultora  XTB.

No obstante, reconoce que el impacto podría ser menor si se produce un invierno más suave de lo normal o si Rusia reanuda el suministro a Alemania con normalidad.

Cuando comenzó el conflicto y empezaba a mermar el flujo de gas, los europeos estimaron que el verano traería un respiro. Sin embargo, el pronóstico empeoró, ya que los flujos de gas siguieron disminuyendo y las cargas de gas natural licuado (GNL) alcanzaron su límite de producción. Con el aumento de las temperaturas, la oferta no es suficiente para satisfacer la demanda. 

La incertidumbre que rodea el suministro de gas a Europa está teniendo un impacto directo en los precios de la energía. Pero, si la UE consigue disminuir su consumo de gas ruso en dos tercios hacia finales de este año, la demanda mundial de gas natural licuado superará la oferta en 26 millones de toneladas, pronostican los expertos.

Según la consultora Rystad Energy el suministro de gas es altamente volátil y presiona para que los precios de la energía en Europa oscilen mucho más que antes de la guerra en Ucrania. Al comienzo de la invasión de Rusia a fines de febrero, los precios se dispararon a un máximo histórico de 530 euros por megavatio-hora (MWh) antes de estabilizarse cerca de 180 euros por MWh.

La reciente incertidumbre en torno a las exportaciones de gas ruso a Europa provocó que el precio de la carga base se recuperara hasta los actuales 278 euros por MWh, más del triple del precio de hace un año.

Mientras tanto, los futuros del carbón de Newcastle, el punto de referencia para la región de mayor consumo de Asia, tocaron levemente los 400 euros por tonelada, lejos aún de pico récord de 430 euroscuando los inversores cancelaron algunas posiciones de largo plazo debido a un posible aumento de los suministros de GNL. 

China, el mayor consumidor de carbón del mundo, anunció que podría levantar una prohibición de casi dos años sobre el carbón australiano a medida que disminuyan las tensiones mientras busca reemplazar los envíos de Rusia. 

Aún así, los precios del carbón se mantendrán elevados en medio de una fuerte demanda y persistentes interrupciones del suministro global. Europa ahora está recurriendo al carbón transportado por mar de Sudáfrica e incluso Australia, ya que suspendieron las importaciones de Rusia. 

Por su parte India, el segundo importador de carbón más grande del mundo después de China, registró importaciones récord de carbón en junio.

El parate del gasoducto Nord Stream 1, que atraviesa el mar Báltico y llega a Alemania, complica aún más la situación. porque seguirá cerrado, en principio, hasta el próximo fin de semana para su mantenimiento.

En el caso que la interrupción continúe Europa tendrá dificultades para cumplir sus objetivos energéticos. La Unión Europea pretende tener lleno el 80% de su capacidad de almacenamiento para noviembre, pero sin la reapertura del ducto no será probable. Actualmente, las reservas se sitúan en el 62,6%.

“Las opciones de Europa con respecto al gas, el carbón, la energía nuclear y las energías renovables para llenar el vacío energético son extremadamente limitadas y costosas. Los gobiernos europeos anunciaron una serie de políticas para asegurar una mayor oferta, apoyar a los consumidores y, potencialmente, frenar la demanda en caso de que la crisis continúe. El punto en el que la crisis afectará más profundamente es mirar cada vez más de cerca a medida que nos adentramos en el verano y luego en el otoño, esto es cada vez más una cuestión de ‘cuándo’ y no ‘si’ llega la crisis”, dijo Vladimir Petrov, director general de análisis de energía de Rystad Energy.

Las sanciones con que la Unión Europea busca contener a Rusia resultaron contraproducentes y hundieron al continente en una crisis energética inesperada. 

Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, dijo al respecto “están resultando un disparo de Bruselas contra sus propios pulmones, con el riesgo de destruir la economía europea” estimó el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán.

Sostuvo que los líderes europeos deberían reconsiderar su estrategia, “tendrán que admitir en el momento de la verdad que hicieron cálculos equivocados en torno a su política de sanciones contra Rusia y sus consecuencias”.

Orban, quien es uno de los europeos más críticos de la actual política de la UE sostuvo que “Europa ya está sufriendo el impacto económico del conflicto y las sanciones antirrusas derivaron en cuatro gobiernos ya caídos en el continente.” Y sostuvo que la paz es posible pero “la guerra solo puede resolverse mediante negociaciones ruso-estadounidenses”

Si bien Hungría pertenece a la OTAN desde 1999, el mandatario cuestionó las sanciones desde que comenzaron a aplicarse. Ahora declaró al país en estado de emergencia energética. Budapest se opuso a algunas cláusulas del sexto paquete de sanciones de la UE contra Rusia, que supondrán un corte de casi 90% de las importaciones del petróleo ruso para finales de año al tiempo que exigió que se introduzcan exenciones en cuanto el embargo petrolero ya que el país no puede sustituir las importaciones de combustibles. El canciller de Austria, Karl Nehammer, también criticó las sanciones impuestas a Rusia porque considera “que no deben afectar a quienes las introducen” Las relaciones dentro de la UE, hasta hace poco muy alineada, comenzaron a tensarse como consecuencia de la crisis energética y económica. Casi a punto de resquebrajarse la organización alcanzó un acuerdo más laxo con los países que no pueden hacer frente a una reducción en el consumo de energía como le había sugerido la AIE (Agencia Internacional de Energía)

El problema que deberá afrontar la UE  los próximos meses es el desánimo de los consumidores europeos afectados por la inflación en medio de un invierno en el que podría encontrarse con cortes de suministros de energía. 

La intervención del Banco Central Europeo (BCE) para calmar la inflación con subidas de los tipos de interés, será crucial para la recuperación de la confianza de los consumidores. Los gobiernos europeos estan trabajando para solucionar el problema del suministro de gas utilizando todos los recursos posibles ante un eventual y temido corte de gas ruso.

Estimaciones de la AIE 

Fatih Birol, director de Energía de la AIE  calificó de “paso en la dirección adecuada” el acuerdo de los ministros de Energía europeos para un plan de emergencia con un objetivo de ahorro de gas del 15 %, pero a su juicio este recorte del consumo es insuficiente.

En efecto, sugirió una reducción del 20 % como meta y señaló que haría falta una gran solidaridad en el seno de la Unión Europea (UE).

Birol se mostró además preocupado por las escasas reservas almacenadas hasta ahora en los depósitos de gas, que según dijo se encuentran de media al 60 % de su capacidad.

“Si queremos vivir un invierno confortable y normal en Europa, nuestros depósitos de gas tienen que estar llenos en un 90 % antes de que empiece el invierno,” declaró.

En el texto pactado a fines de Julio en Bruselas por los ministros de Energía comunitarios se marca el objetivo general de reducir un 15 % la demanda de gas a nivel europeo, aunque introduce numerosas situaciones a las que los países interesados se podrán acoger para solicitar derogaciones.

Las devastadoras consecuencias del conflicto entre Rusia y Ucrania postergaron las metas de descarbonización propuestas por occidente. La UE se comprometió a lograr la neutralidad climática para 2050 y reducir las emisiones de GEI al 55% de los niveles de 1990 para 2030, un aumento con respecto a su objetivo anterior de una reducción del 40%.

Para tal fin la Comisión Europea suscribió un paquete de ocho propuestas legislativas que establecen metas  más estrictas sobre las ya existentes y cinco nuevas que incorporan medidas para alcanzar estos objetivos principales, denominados  Apto para 55. Además de los esfuerzos para establecer objetivos más sólidos de reducción de emisiones los estados miembros, se comprometieron  a mejorar la eficiencia energética, revisar impuestos, incentivar las renovables, mejorar la protección del uso de la tierra, la agricultura y la silvicultura, todo esto para alcanzar la neutralidad de carbono, por nombrar solo algunas.

La escasez actual obliga a los gobiernos a desandar el camino de la descarbonización. El problema es la incertidumbre y la escasez de gas.Nadie sabe cuánto tiempo se prolongará el conflicto ni las consecuencias políticas y económicas de una crisis de magnitud que recae en países que aún no se han recuperado totalmente de sus problemas como Grecia y Portugal. Algunos ya temen una posible recesión. 


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