ECONOMÍA & POLÍTICA

Sergio Lanziani conducirá las políticas energéticas

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Nombres, papers, idas y vueltas, discusiones, confirmaciones y desmentidas… esta fue la realidad que transitó la prensa buscando la certeza de quiénes serán los funcionarios que implementarán la aún encriptada política económica del inesperado presidente electo Alberto Fernández.  Las operaciones mediáticas se suceden sistemáticamente pero la política de silencio de AF sobre  del circulo interno, ha sido un verdadero éxito. Lo que sí trascendió y AF confirmó, son los nombres de quienes llevarán adelante las políticas sociales está mencionado Daniel Arroyo a la cabeza y todo indica que no habría mayores cambios.

En un principio se mencionó a Sergio Lanziani, luego su nombre se desestimó al impulso del lobby que pretendía a Guillermo Nielsen al frente del sector energía. Nielsen seguramente tendrá un rol protagónico en la renegociación de la deuda.

Alberto Fernández anunció que daría el gabinete completo el día 6. Sin embargo, tras una reunión formal con Sergio Lanziani, lo confirmó como secretario de Energía. Lo que no se dijo es si esa cartera dependerá directamente del presidente o si integrará la pirámide de un ministerio de Economía o de un eventual ministerio de la Producción con Matías Kulfas a la Cabeza.

Según trascendidos, el mismo Lanziani le habría solicitado a Fernández que la cartera energética no alcance rango ministerial. El lobby empresarial impulsó a Guillermo Nielsen -hombre cercano al Grupo Techint- dejando trascender que a Lanziani lo habían alejando del nombramiento, la conversaciones finalmente llegaron a buen puerto y el misionero, a partir del 10 de diciembre, pasaría a encabezar la política energética en el ámbito nacional.

Opiniones

Respecto de la política energética en junio Lanziani dijo: “Hablé largas horas con Alberto Fernández cuando ni soñaba con ser candidato a presidente. Claramente veía que se venía un cambio de época en Argentina, que el país iba a retomar otra posición, al pueblo le ofrecieron un cambio que no cumplieron. Desde el punto de vista objetivo de los indicadores sociales me parece que está claro que el gobierno de Macri demostró su fracaso”.

Lanziani había dicho también que el Gobierno nacional (Macri) entiende a la energía como una mercancía más:  “que es lo que le escuchaba decir a Araguren constantemente. Se propuso un sendero de aumento de precios y tarifas y de la energía en dólares y nosotros le decíamos que la realidad no se iba a comportar como su planilla de Excel, porque la gente y las pymes ganan en pesos y ni siquiera consiguen acompañar a la inflación. Hablamos mucho de esto con Alberto ante un gobierno de Macri que excluye al subsidio de su vocabulario”.

Acción y pensamiento

Lanziani nació en Campo Grande en 1960. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Roque González, de la Congregación del Verbo Divino. Se recibió de Ingeniero Nuclear del Instituto Balseiro y estudió Ingenieria en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Realizó estudios de perfeccionamiento en la Escuela de Graduados de la Universidad Nacional de Buenos Aires (U.B.A) en el área de Finanzas, contabilidad Empresaria, estudio y Análisis de Proyectos Industriales. Fue profesor de la Cátedra de Física en la Universidad Nacional de Misiones.

Trabajó como investigador en el Centro Atómico Constituyentes. Fue consultor del Banco Mundial en el área de Selección y Ejecución de Proyectos Participativosde Inversión Social, y de empresas en proyectos Industriales de entidades gremiales y empresarias de la Ciudad de Posadas y de la Provincia de Misiones.​

Militó en la Unión Cívica Radical y fue candidato a intendente de Posadas en las elecciones de 2011 y desde 2015 se desempeña como ministro de Energía de su provincia natal.

Como ministro de Energía de Misiones había conseguido un logro histórico: que la Nación reconozca a la provincia una parte mayor de las regalías que le corresponden por la utilización de las aguas del Paraná como fuente de generación en la central de Yacyretá.

Hasta fines de 2018, la provincia cobrará en concepto de regalías, una suma fija que estaba desactualizada y se abonaba siempre con retraso. Lanziani consiguió que la Nación pague las regalías en forma de un descuento en la energía que toma la provincia del Sistema Integrado Nacional, con lo cual se eliminó el problema de las demoras en los pagos.

El monto medido en gigavatios/hora (GW/h) del descuento que se otorgaba a Misiones era bastante inferior al que prevé la ley 23.164, en consecuencia el Gobierno de Misiones siguió reclamando y consiguió un incremento de 50% en esa compensación.

“Es el resultado de una larga lucha que dimos en varios frentes: la Legislatura, el Gobernador, el ministro de Hacienda, la secretaría de Energía”, dijo Lanziani. “Pedimos el 100 por ciento de lo que nos corresponde que es bastante más de lo que recibimos ahora”, señaló antes de explicar que según lo que indica la ley 23.164, Misiones debería recibir regalías equivalentes al 6% de la energía que sale de Yacyretá y se vende al mercado interno.

La central genera 20 mil gigavatios/hora por año, más del 92% de esa energía se vende al mercado interno y a nosotros nos corresponde el 6% de eso. Estaríamos hablando de entre 1.000 y 1.200 gigavatios por año y hasta ahora nos están reconociendo 700, que es el doble de lo que genera anualmente Uruguaí. Es como si con reclamos hubiéramos conseguido construir dos represas Uruguaí”, el futuro secretario de Energía.

Lobby

En su oportunidad, fuentes inobjetables habían confirmado —con total certeza— a Energía&Negocios que “Alberto Fernández ya lo tiene definido. El presidente electo se recostará sobre la opinión de Guillermo Nielsen y le dará las llaves de la política energética”. Semanas atrás circuló un proyecto de ley que propone un “blindaje” de Vaca Muerta y que fue tapa de La Nación. Su título “Proyecto de ley para el desarrollo del Gas Natural Licuado (GNL) y sus actividades vinculadas” que publicó Energía&Negocios, circuló con entusiasmo entre algunas empresas petroleras, pero Nielsen inmediatamente desmintió su autoría.

Junto con el documento había trascendido también, que AF mantendría sin cambios a las autoridades de los actuales entes reguladores del gas y la electricidad (ENARGAS y ENRE). Algunas conversaciones hubo, porque Energía&Negocios pudo confirmar que un operador de Nielsen entabló contacto con autoridades de los entes.

Todo indica que la circulación del proyecto, tuvo por  objetivo contrarrestar al documento elaborado por los equipos del Partido Justicialista (PJ) en la previa a las elecciones de octubre. El documento atribuido a Nielsen, promueve garantías de estabilidad fiscal y libre disponibilidad de divisas a las petroleras que inviertan en Vaca Muerta, objetivo extraño a las necesidades de divisas que tendrá el gobierno entrante.  En sus 13 páginas, el proyecto —de muy buena aceptación entre el los ejecutivos del sector—  asegura que su objetivo es “utilizar la seguridad jurídica como principal herramienta de fomento de las inversiones, mediante el otorgamiento de garantías de estabilidad” y reducir el costo de financiamiento. Pero al parecer, el pensamiento dominante en la coalición triunfante, ademas de estabilidad, incluye otros objetivos.

El propio secretario de Energía Gustavo Lopetegui en un arranque propio de un militante de izquierda dijo “La ley de blindaje de Vaca Muerta es un lobby de las empresas”. En contradicción con los postulados del jefe del Pro, en un balance de gestión, Lopetegui había afirmado “Yo soy enemigo de los regímenes de promoción sectoriales. No nos ha ido bien como país con eso, pero tampoco son necesarios porque las empresas estaban invirtiendo sin eso y confiando en que se mantuvieran las condiciones de mercado. ¿Por qué entonces darles un régimen de amortización acelerada e intangibilidad?”. Ni del Caño se atrevió a una declaración de esta naturaleza.

Internas

Los rumores y el sesgo informativo promovido por el “mainstream” tuvieron por objetivo influir en la interna de la coalición triunfante. CFK puso los votos y si bien no gobierna el ejecutivo y hay coincidencia plena en muchos de las políticas a implementar,  la ex presidenta tiene influencia real sobre las llevará adelante Alberto Fernández, sobre todo en materia económica. Esto no va en desmedro de la autonomía de AF sino más bien fortalece la posición del presidente electo que llega a la Rosada sin compromisos con ningún factor de poder económico.

Políticas a seguir

Nadie duda de que el camino trazado por la administración de Mauricio Macri en materia tarifaria llego a su fin. Alberto Fernández ha sido claro en la cuestión.  Sobre la mesa, uno de los referentes en materia energética exhibe un informe elaborado por la Universidad de Avellaneda con los guarismos de ajuste donde muestra que las empresas energéticas aumentaron sus ingresos por encima del 1.000 % en tres años (2016 a 2018, inclusive), superando ampliamente a la inflación, que en el mismo período alcanzó el 157 por ciento. “El índice de ajuste tarifario hay que modificarlo, no puede superar en ningún caso la indexación de los salarios” dice en estricto off.

El mismo informe muestra que las tarifas se incrementaron hasta 3.000 por ciento desde 2015, lo que se tradujo en caída del poder adquisitivo de las familias, aumentos en los costos del entramado productivo e impulso el fenómeno inflacionario. Aún así la producción energética disminuyó, tanto en petróleo como en gas y en generación de energía eléctrica.

Desde el albertismo repiten como un mantra que se respetarán los contratos de concesión, pero afirman sin hesitar que las tarifas serán revisadas, y que el congelamiento se mantendrá. Aducen que durante la última revisión tarifaria, se reconocieron costos inexistentes.

Desde la secretaría de Energía y en estricto off dicen que “es mejor una compensación en la tarifa que un juicio en el Ciadi”.

La tarifa social será mantenida y ampliada, según el informe de los equipos técnicos del PJ “La tarifa social que nos deja el macrismo es insignificante. Va a haber tarifas diferenciales, por el empobrecimiento energético de la mayoría de la población, de las pymes y las economías regionales”, dijo Federico Bernal, uno de los pocos referentes que habla públicamente.

El documento elaborado por los equipos técnicos —el mismo que salió a contrarrestar el proyecto de blindaje de VM— sugieren congelar las tarifas de servicios públicos durante los primeros 100 días hasta conocer el costo real de producción y transporte de gas y electricidad. “El precio que pagarán los consumidores será fijado nacionalmente, en función de los costos reales de producción y de las necesidades de sus ciudadanos y su desarrollo productivo”. “No hay motivo por el que los consumidores deban pagar el mismo valor que se paga en países que no cuentan con recursos. Por ello, los eventuales aumentos del dólar no pueden ser trasladados automáticamente al consumidor”.

En ese mismo documento, los equipos técnicos sugieren intervenir el ENRE y el ENARGAS porque “las conducciones actuales, que representan exclusivamente los intereses de las empresas operadoras”, afirman. Por su parte, las hidrocarburíferas la ven venir, por eso vienen “apretando” preventivamente al gobierno mediante la suspensión de equipos en el área de Vaca Muerta, es que los los rumores de congelamiento del gas en boca de pozo, aunque más no sea temerariamente, alertaron a los privados.

Bola de cristal

Todo son especulaciones, el entorno de AF ha mantenido con siete llaves las claves de su futura política y los nombres de sus conductores.

Ahora ya está confirmado, aunque falta nombrar el equipo que integrará Sergio Lanziani. No es posible predecir el futuro y pero nada indica un vuelta a las políticas de la era CFK en materia gasífera. Lo que sí es previsible que en el actual escenario de restricciones externas con enormes vencimientos de deudas, la transferencias de recursos a los sectores regulados estarán bajo la exhaustiva lupa de la próxima conducción económica.

Cabe recordar que se produjo una drástica reducción de los subsidios a los consumidores, pero no así a los productores.

Los subsidios a la energía ascendieron al equivalente del 1,4% del PBI. Del total, 0,5% corresponde al gas (US$ 2.216 millones) y 0,9% (US$ 3.737 millones) a la electricidad, según surge de fuentes oficiales.

A fines de 2015, las transferencias energéticas representaban un gasto para el Estado del 3% del PBI (US$ 18.961 millones) pero justo es señalar que el PBI era mayor.

Todos creen que para la renegociación de la deuda que llevará adelante AF, será necesario llegar más rápido al superávit fiscal y la reducción del gasto seria el camino lógico. Sin embargo, todo indica que el camino será el opuesto,  postergar los vencimientos sin reducir el gasto inyectando dinero en el bolsillo de la demanda, ampliando la base impositiva

Tampoco hay certeza de que la gestión entrante se cuidará muy bien de evitar el estrangulamiento de la oferta de gas natural por la caída de la producción y la alegre expansión de la demanda. Los técnicos del entorno de AF coinciden plenamente en que las políticas de abastecimiento sin señal de precios pueden ocasionar nuevamente el quiebre de la balanza comercial energética en un contexto de fuerte restricción externa.

Exportaciones

“Blindar” la producción para exportaciones de Vaca Muerta, es vista por los productores como una gran oportunidad ante la acuciante necesidad de divisas del gobierno entrante.

La aspiración del sector es exportar a gran escala el gas a través de una planta de licuefacción, que requiere millonarias inversiones y seguridad para firmar contratos en firme, que no se puedan cortar ni aún cuando lo requiera el abastecimiento interno. El problema es que el plexo jurídico condiciona las exportaciones al abastecimiento interno y la confirmación de Lanziani, indicaría que un “blindaje” no tendría andamiento.

Es por eso que el proyecto intenta seducir a la conducción entrante con una serie de incentivos impositivos y baja de regalías y tributos varios para disminuir el costo de desarrollo de las explotaciones en Vaca Muerta. Incluso, el esquema de retenciones y el control cambiario sería especial para el sector, que estaría aislado del resto de la política económica.

Pero hay otros proyectos en danza que no vieron la luz pero se conoce su existencia. El ejemplo podría ser la constitución de un fondo hidrocarburífero como el Noruego, o al menos un fideicomiso que permita operar un fondo contracíclico. Noruega creó a principios de  los ´90 un Fondo Petrolero que se ha convertido en el fondo soberano más grande del mundo, con un portafolio de más de US$1 billón (un millón de millones). El origen de esa fortuna está en las ganancias que la explotación de hidrocarburos le generó a Noruega desde inicios de la década de 1990 y que deliberadamente fueron colocados en un fondo de inversiones aparte.

La reunión del presidente de la noruega Equinor (ex Statoil) con Alberto Fernández bien podría ser un primer capítulo de conversaciones para conocer el mecanismo del fondo para la eventual puesta en marcha de un proyecto criollo.

YPF

Otro asunto que no esta en la agenda mediática, es el rol que tendrá YPF. La petrolera ha reducido sus inversiones y sus números han declinado, a pesar de que el gobierno de Mauricio Macri estuvo integrado por la crema empresaria argentina.

YPF no fue incluida en un plan de desarrollo ni siquiera en lo discursivo. Se intentó convertirla en una empresa energética —así en términos genéricos— diversificándola pero alejándose de su core business, los hidrocarburos. Mari deja una YPF más débil y le deja también en un contexto más complicado para acceder al crédito internacional ya que el riesgo país ronda los 2500 puntos. Entre los nuevos postulados del gobierno entrante, se habla de que la estatal hidrocarburífera debería convertirse en el motor de la industria, con planes de compras a la industria nacional.

Desde que Repsol comenzó el control, YPF no volvió a articular con las pymes nacionales. No proyectó planes de compras que permitan a las empresas argentinas -con casi nulo acceso al crédito- planificar la producción. Cabe recordar que la el volumen de inversiones en 2015 rondaba los US$ 5.000 millones mientras que el ciclo de Macri cierra con algo más de 2.500. La gestión de YPF fue menospreciada y se le quitó el protagonismo que naturalmente debió tener.


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