Energía busca que el precio del gas tenga menor impacto en el costo de generación

Aún son trascendidos, pero el Minem con Javier Iguacel a la cabeza, busca que el precio del gas en boca de pozo amortigüe la tarifa final que pagan los usuarios.

Las petroleras dejaron trascender su preocupación, no sólo por el precio del recurso, sino por la proyección del dólar en el corto plazo y cuál será la reducción de subsidios para cumplir las metas prometidas al Fondo Monetario.

La idea es postergar el próximo aumento en dólares que deberá aplicarse en octubre, y compensar solo una parte de la devaluación sobre el valor fijado desde abril, lo que establecería un ajuste al alza de 40% frente a un aumento real del del 80 al 100%.

Por su parte, Cammesa, llamaría a una licitación buscando obtener gas a un precio inferior a los US$ 5,20 que paga hoy, lo que produciría una reducción en el precio mayorista de la energía eléctrica.

El cumplimiento de la reducción de subsidios comprometida con el Fondo Monetario, implicaría elevar el valor del gas para los usuarios de la Patagonia. El problema es fundar las razones y evaluar correctamente el impacto social de la medida.

Para el ex secretario de Energía Jorge Lapeña —presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi y referente energético de la UCR— (ver reportaje aparte) "se plantea la necesidad de revisar la forma de fijar el precio del gas”. “El precio del gas debe estar regulado, tal como dijo la Corte Suprema en 2016, pero regular no es un hecho caprichoso: es necesario saber cuál es el costo de cada yacimiento y retribuir los costos eficientes más una ganancia razonable, igual que se hace con el transporte y la distribución”.

En declaraciones a la prensa local, José Luis Sureda, quien fuera subsecretario de Hidrocarburos de Juan José Aranguren, dijo que “el pecado original (de la gestión anterior) derivó de las pautas macroeconómicas a partir de las cuales se hizo el sendero de precios del gas: era cumplible con el PBI en crecimiento y con inflación de un dígito”.

Dijo también que “si las pautas macro no se cumplieron, ahora habría que compatibilizar en el equipo económico, los pasos a seguir”. "Si se plantea no subir el precio en dólares y compensar solo una parte de la devaluación, se vuelve a producir una distorsión: las distribuidoras no pueden pagar a las petroleras, pero tienen una deuda en el balance que pone en riego obras comprometidas”. Dijo también que “es una forma de gestionar que no suma a tener un sistema energético sustentable”.

Lapeña afirmó que “no está garantizado que un mercado altamente concentrado como el del gas, pueda ofrecer precios competitivos, se pretende liberar un mercado que no es liberable”.

Sobre la liberalización del mercado del gas, ante la posibilidad de que las generadoras compren su propio combustible, Lapeña dijo que “se debe tener cuidado con experimentos sin tener pruebas de que van a dar resultados satisfactorios”.

A su tiempo, Sureda dijo que hay sobrante de gas en octubre, noviembre, marzo y abril, o sea los meses donde no hace demasiado frío ni demasiado calor. Según el experto, “el resto del año, el precio del gas va seguir estando en US$ 5,20, a lo que se puede sumar que las petroleras que puedan hacerlo, van a cerrar los yacimientos de gas antes que venderlo a menos precio por unos meses”.

En relación al ajuste del precio del gas al sur del paralelo 42, Sureda afirmó que la medida “va a generar un problema político enorme y por el nivel de consumo de la región, el ahorro sería de $8.000 a $9.000 millones, lo que es insignificante frente a la necesidad de reducir $300 mil millones”.