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Pescarmona reestructuró su deuda y cedió el 40 % de sus acciones a los acreedores

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Pescarmona reestructuró su deuda

y cedió el 40 % de sus acciones a los acreedores

 

"Lo que hicimos fue priorizar la continuidad de la empresa", dijo Enrique Pescarmona. La empresa nacional reestructuró una deuda de 1.000 millones de dólares

El empresario mendocino informó que en la negociación cedió el 40% del capital de la empresa a favor de sus acreedores: Banco Nación, Galicia, Hipotecario, bancos internacionales, tenedores de bonos y entidades multilaterales como el BID. Advirtió que sin importar quién gane en la segunda vuelta, el ajuste es inevitable.

Todo este proceso de reestructuración de la compañía fue muy doloroso, no sólo para nosotros, sino también para los acreedores. De nuestra parte, lo que hicimos fue priorizar la continuidad de la empresa, aun a costa de nuestros intereses personales“, dijo Pescarmona al diario de la familia Saguier

-¿El management va a seguir en manos de la familia?

-El CEO va a seguir siendo Juan Carlos Fernández, que lleva más de treinta años en la empresa y que cuenta con un respaldo de la gente que trabaja en Impsa. Estamos contentos de que los acreedores sean nuestros socios porque nos van a ayudar a conseguir nuevos contratos. Los acreedores son bancos nacionales como el Nación, Galicia, Hipotecario, bancos internacionales, tenedores de bonos y entidades multilaterales como el BID.

-¿Por qué llegaron a la situación de tener que ceder el 40 por ciento de la empresa?

-En los últimos años ganamos proyectos multimillonarios, en los que resultamos adjudicados e incluso se inicializaron los contratos y nos los rescindieron para dárselos a otras empresas. Nunca supimos por qué. Hay veces que un país necesita hacer acuerdos con otras naciones por una cuestión política. Pero generalmente esos acuerdos contemplan alianzas con las empresas locales. En este caso no fue así y no se trató de un problema de tecnología, sino de una decisión política.

-¿Fue un error apostar tan fuerte a la energía eólica?

-No tuvimos problemas por el negocio de energía eólica, sino por la falta de pagos de un proyecto muy grande en Brasil. Básicamente lo que pasó es que durante treinta meses no nos pagó Electrobras. En total fueron US$ 250 millones y hoy tenemos un reclamo judicial por esa deuda.

-¿Cómo está hoy la compañía?

-A lo largo de sus 108 años de vida Impsa pasó por un montón de crisis. Pero esta es la primera vez que enfrentamos una crisis con un montón de trabajo. Hace tres años llegamos a facturar US$ 1100 millones y este año vamos a rondar los US$ 300 millones.

-¿Cómo ven el recambio de gobierno?

-Yo soy muy optimista cualquiera sea el signo del gobierno que venga. El cambio va a ser necesario, en cualquier caso. Y estoy seguro de que el que venga va a defender más a la industria nacional. En el último tiempo no se la defendió y se perdieron muchísimos puestos de trabajo. Acá en Mendoza nosotros empleábamos a más de 2500 personas y hoy trabajamos con mil. Y el impacto no fue sólo para nosotros, sino para todos los talleres que son nuestros proveedores.

-¿Cree que hay un atraso cambiario?

-El atraso cambiario nunca nos afectó demasiado porque somos muy competitivos y trabajamos con mucho valor agregado. Obviamente que un tipo de cambio más elevado nos ayudaría pero para nosotros es mucho más importante la financiación y la percepción que tenga el mundo de la Argentina.

Hace unos años habíamos ganado un proyecto muy grande en Singapur. Y finalmente no nos lo adjudicaron porque éramos argentinos. Nos dijeron que teníamos el mejor precio y la mejor tecnología, pero que no confiaban en una empresa argentina. Cualquier proyecto internacional, con un gobierno que no te ayuda es más complicado.

-¿Cuáles son las cosas que más le preocupan de la economía?

– Lo mismo que le preocupa a todo el mundo: tenemos un Banco Central con muy pocas divisas y una inflación muy alta. Cualquiera que sea que venga va a tener que hacer un ajuste. Nadie se va a salvar de eso, por más que digan lo contrario.

Un acuerdo con tres pasos

El acuerdo de Impsa con sus acreedores consta de tres etapas. El primer paso fue la cesión del 40 por ciento de las acciones de la empresa a los acreedores, un grupo que reúne a bancos nacionales y extranjeros y tenedores de bonos. El excedente de flujo de caja que tenga la empresa también va a ser destinado al pago de la deuda hasta la cancelación de todas las obligaciones. Impsa también está colocando nueva deuda por US$ 470 millones, en una operación que incluye bonos par y discount, en pesos y en dólares.

 

 


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